Pocos iconos cinematográficos han existido que hayan generado tanta fascinación como el representado por la figura de Marilyn Monroe (actualmente tal honor está reservado a quienes se tiran a los más guapos del Grindr)
Hasta de cruising se puede ronear con estilo.
Pero, ¿quién fue realmente aquella muchacha llamada Norma Jeane oculta tras la deidad Monroe?
Diosa del sexo y muñeca rota, dueña de una naturalidad interpretativa adorable y esclava de una inseguridad malsana , cóctel carnal de ingenuidad y picardía, mujer-niña de carácter quebradizo…Marilyn y Norma Jeane, mito y realidad sobreviviendo en un mundo que la contempló con cierta incomprensión compasiva (lo mismo que sientes tú cuando ves que en el perfil del Bear tu mejor amigo, ese que es doble ancho, se vende como Musclebear)
Apártate Madonna…I´m The One and Only Material Girl
Sabemos de su turbia infancia marcada por un progenitor que no llegó a conocer, una madre desequilibrada y suicida y por las numerosas familias de acogida en suyos senos sufrió abusos de todo tipo. Conocemos el itinerario que se marcó primero como modelo y luego como playmate para hacerse estrella en la salvaje Meca del cine y su posterior dependencia del alcohol y los barbitúricos.
Su aventura con el presidente John F. Kennedy y sus tumultuosos y fallidos matrimonios con Joe DiMaggio y Arthur Miller han sido muy analizados.
Admiramos sus esfuerzos por romper con su imagen de sex symbol y ser tomada en serio como actriz (Algo en lo que tú fracasas cada sábado al ir al Delirio vestido de veinteañero y con la barba teñida)
No existe en la crónica negra hollywoodiense un fallecimiento prematuro sobre el que haya sobrevolado mayor misterio que el de su suicidio/muerte accidental/asesinato.
No imitarla en verano o se os cocerán los huevos
Revisamos constantemente (no tanto como las notificaciones del Wapo) sus creaciones inolvidables en clásicos como como Niágara , Los caballeros las prefieren rubias , La tentación vive arriba , Bus stop, Con faldas y a lo loco o Vidas rebeldes , y aún así seguimos sin conocer del todo a Norma Jeanne / Marilyn.
Lo que resulta indudable es la pertenencia de la Monroe a ese selecto grupo de artístas víctimas que tanto idolatra el público gay.
Algunas palabras legadas por Norma Jeanne / Marilyn pueden ayudarnos a desentrañar un poco su herido ser. Declaraciones, por cierto, de gran espíritu marica.
«No quiero hacer dinero. Yo sólo quiero ser maravillosa» – Eso mismo te dices tú cuando sales a por macho pero luego sufres si no te puedes comprar un bolso de Prada o el último IPhone.
«Da a una chica los zapatos adecuados y puede conquistar el mundo.» – No sufráis esclavos del universo zapas, también es aplicable a vosotros esta máxima.
«Todos somos estrellas y merecemos brillar.» – Primer Mandamiento del Ego Marica.
No hay espejos suficientes para tu ego marica. Y lo sabes.
«El sexo forma parte de la naturaleza. Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza.» – Todas somos tan perras naturales…
«Las desilusiones te hacen abrir los ojos y cerrar el corazón.» – .. a muchos se os olvida cerrar también el culo y acabáis igual de desilusionados pero más escocidos.
«La gente empezó a decir que yo era lesbiana. Sonreí. No existe sexo incorrecto si hay amor en él.»
«Ser un símbolo sexual es una carga pesada de llevar, sobre todo cuando uno está cansado, herido y desconcertado.»
«Soy buena, pero no un ángel. Cometo pecados pero no soy el demonio.» – Explícaselo a tus amigos puritanos cuando te echan en cara que zorreas demasiado.
«El amor no necesita ser perfecto, sólo ha de ser verdadero.» – Regla de oro a aplicar cuando sientes la tentación de enamorarte del macho equivocado.
Tú a punto de caer en los brazos del semental erróneo
«Siempre resulta más fácil cambiar de hombre que cambiar a un hombre.» – Mantra que nos tenían que grabar a fuego al nacer.
«La felicidad está dentro de uno, no al lado de nadie.» – Cuando descubres que nadie sabe hacerte un dedo como tú mismo.
Eterna Marilyn, la voz de Norma Jeanne decía que sentía que toda su vida había sido un gran rechazo por ello sentenciaste en una ocasión: «Supongo que soy una fantasía.» , y así, continúas habitando lo mejor de la vida: Los Sueños.