Aunque la PrEP se aprobó en España hace un año, el balance de BCN Checkpoint no es del todo positivo: más de 1000 usuarios están en lista de espera para acceder al tratamiento y en riesgo de contraer el VIH.
Hace ya un año que la PrEP (la Profixalis Pre-Exposición) se aprobó en España y cada vez es más habitual ver que hay gente que ha decidido sumarse a este método de prevención del VIH que tanta polémica levanta siempre. Bueno, la levantan los que no tienen ni idea de por dónde sopla el viento y creen que es solo una excusa para follar a pelo; a los que me encantaría ponerme a explicarles por qué se equivocan y por qué la PrEP supone un cambio importantísimo en la salud sexual del colectivo gay. Pero tía, qué pereza.

Además para qué voy a hablar yo sobre estas cosas si ya lo hace gente mucho más inteligente, como Ferran Pujol, el director de BCN Checkpoint (el centro comunitario de detección del VIH y otras ITS dirigido a hombres gais que, desde 2017 además, cuenta con BCN PrEP·Point). Esta mañana, en una rueda de prensa celebrada en Barcelona, han hecho balance del primer año desde la aprobación de la PrEP y, aunque celebran que la mayoría del colectivo gay haya entendido que el tratamiento puede ayudar a terminar con el sida (el BCN PrEP·Point recibió un número muy considerable de solicitudes que se dispararon tras la aprobación del tratamiento en España) lamentan un serio problema: ahora mismo es casi imposible acceder a él.

En palabras de Pujol: «Desde que se aprobó a nivel del estado español, la demanda se ha disparado aún más y actualmente tenemos una lista de espera, que crece cada día, de más de 1000 personas que querrían hacer PrEP pero, lamentablemente, no tienen acceso a la píldora preventiva.» Las causas de este despliegue a medias del tratamiento son, según Pujol, varias. Por un lado, el evidente: la pandemia de la Covid-19, que ha provocado que «una parte de los centros hospitalarios que deberían dispensar la PrEP en Catalunya, o bien no han puesto todavía en marcha este servicio o directamente lo han parado.«
Pero además al programa aún le falta el apoyo institucional necesario: «A estas alturas no se cuenta con la financiación adecuada para hacer efectiva su implementación. Debemos tener claro que la PrEP no es solo una caja de pastillas, sino que conlleva también una considerable carga asistencial por parte de los profesionales de la salud.»

Porque amiga: pedir las pastis por internet y tomártelas como gominolas antes de montar el chill no cuenta exactamente como estar en tratamiento PrEP.

Como ha explicado el Dr. Pep Coll, médico de BCN Checkpoint, «no se trata sólo de suministrar el medicamento sino que en el marco del programa desarrollado conjuntamente con el Hospital Germans Trias i Pujol y la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas, en BCN PrEP·Point se hace un seguimiento médico a los usuarios tal y como requieren los protocolos de prescripción y seguimiento de la PrEP, así como controles de VIH y otras ITS.«
Un par de datos: entre las personas que están haciendo la PrEP correctamente no se ha detectado ningún caso de transmisión del VIH. Pero es que, además, tampoco se ha percibido un incremento significativo en las infecciones por otras ITS como la sífilis, la clamidia o la gonorrea.

Que la PrEP funciona es una evidencia científica que ya debería estar más que asumida, pero como ha explicado Michael Meulbroek (presidente del Projecte dels NOMS-Hispanosida, la entidad que gestiona tanto BCN Checkpoint como BCN PrEP·Point), «si Catalunya no puede dar respuesta a esta elevada demanda de PrEP, desaprovechará el potencial que tiene la pastilla preventiva para reducir muy significativamente el número de nuevas infecciones de VIH, más de 600 al año en Catalunya y unas 3.500 en todo el estado.«
Resumiendo: aún queda mucha guerra por delante para que la PrEP termine de implementarse y desde BCN Checkpoint están dispuestos a seguir liderando esa lucha. Como ha recordado Ferran Pujol: «El activismo a favor de la PrEP no se acaba con la aprobación, los datos nos lo confirman, tendremos que seguir presionando a las autoridades sanitarias, porque la implementación de la pastilla contra el VIH es inaplazable.«