Se cumplen 33 años del día en que Dame Elizabeth Taylor se sentó ante el senado de EE.UU. para denunciar la negligencia y serofobia del gobierno durante los primeros años de la crisis del SIDA.
Hace hoy 33 años del día en que Elizabeth Taylor se sentó ante el senado de los Estados Unidos para avergonzar al gobierno y a toda la nación por lo que la actriz definió como un escándalo: la poca atención que el gobierno de la nación estaba prestando a la crisis del SIDA.
El periodista y escritor Yashar Ali ha recordado la fecha con un hilo de Twitter en el que ha explicado lo que ocurrió ese 8 de mayo de 1986, cuando la actriz se presentó ante el senado estadounidense para denunciar la negligencia y serofobia del gobierno estadounidense de la época (curiosamente, el actual es igual de negligente y serófobo).
«Hace hoy 33 años, Elizabeth Taylor entró en una vista del Senado y habló de ‘un escándalo nacional, un escándalo de negligencia, indiferencia y abandono». Hizo lo que ninguna otra figura pública estaba dispuesta a hacer: exigió a los cargos electos que prestaran atención a la crisis del SIDA.
Dame Elizabeth dijo la verdad al poder en un tiempo en el que mucha gente aún creía que alguien podía contraer el VIH al tocar a alguien o incluso estando en la misma habitación. Puso cada cosa en su sitio y usó todo su poder mediático para luchar por financiación cuando pocos se preocupaban.«
Ali ha compartido además un vídeo con varias declaraciones de Elizabeth Taylor, explicando que la actriz «se enfrentó a amenazas de muerte y fue eclipsada por amigos y gente poderosa que le dijeron que estaba cometiendo un error. En lugar de callarse, organizó una residencia segura en su propia casa para personas que vivían con VIH y vendió parte de sus joyas para financiar sus esfuerzos«.
En 1991 la actriz fundó la Elizabeth Taylor AIDS Foundation, una organización que en 2015 ya había aportado más de 15 millones de dólares en investigación, ayuda y asistencia a personas que viven con el VIH. Tras su muerte, la herencia de Elizabeth Taylor siguió cubriendo los gastos de la fundación para que las donaciones externas fueran directamente a las personas que las necesitaban y, además, cedió un 25% de sus derechos de imagen (y así, al comprar cualquier producto oficial con su imagen, estás colaborando a la lucha contra el SIDA).
Nunca está de más recordar (aunque solo sea para que no se vuelva a repetir) la lamentable gestión que el gobierno de Ronald Reagan realizó durante los primeros años de la epidemia, con jefes de prensa de la Casa Blanca bromenado sobre los homosexuales muertos o con un presidente que no mencionó la palabra «SIDA» hasta que ya habían muerto más de 5000 americanos. La propia hija de Reagan, no hace mucho declaró a la prensa internacional que se sentía muy avergonzada por la forma en que su padre había gestionado la crisis.