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Caitlyn Jenner demuestra que tiene un talento innato para montarse películas cuando se pone a explicar por qué llevaba una gorra de apoyo a Donald Trump justo después de decir que dejaba de apoyar al presidente por sus ataques a las personas trans en el ejército.
Caitlyn Jenner tiene un nuevo motivo para considerarse una mujer con talento. Aunque su reality I Am Cait fracasó estrepitosamente en televisión la mujer trans favorita de los republicanos americanos acaba de demostrar que tiene suficiente chispa para ser guionista de Hollywood porque ojo a la película que acaba de protagonizar.
Sabrás, porque te lo hemos contado (y porque por increíble que parezca la noticia llegó a los medios generalistas), que hace unos días Donald Trump anunciaba que iba a prohibir a las personas trans servir en el ejército aduciendo el alto coste médico que tienen sus tratamientos. Todo el mundo sabe que esa excusa es una mierda más grande que el tupé del presidente, pero él sigue ahí a lo suyo y, a pesar de la tremenda reacción en contra de su decisión, ya ha hecho oficial la orden que pone en peligro las carreras militares de las 15.000 personas trans que forman parte del ejército estadounidense.
Cuando Trump anunció esto en su Twitter a Caitlyn Jenner se le quitó por fin la tontería que tenía encima de que Trump era bueno para el colectivo LGBT y de que podía ayudar a los republicanos a entender mejor nuestras necesidades y se fue a Twitter a cagarse en su presidente (porque ella lo votó).
There are 15,000 patriotic transgender Americans in the US military fighting for all of us. What happened to your promise to fight for them? https://t.co/WzjypVC8Sr
— Caitlyn Jenner (@Caitlyn_Jenner) July 26, 2017
This AM, @POTUS attacked trans people fighting for our country. Every American should be outraged. My full response: https://t.co/ALJwnvFwQg
— Caitlyn Jenner (@Caitlyn_Jenner) July 26, 2017
«Cada americano debería estar enfadado por la falta de respeto mostrada hacia las personas que llevan el uniforme de nuestro país«, dijo Caitlyn en su blog. Todo el mundo levantó la ceja, ¿sería éste el principio del cambio de Caitlyn hacia una postura más realista a nivel sociopolítico? ¿Iba a dejar por fin atrás su privilegio y se iba a poner en la piel de los demás?
Pues eso parecía. Hasta que le hicieron esta foto:
Sí, ahí está #ELLA, conduciendo un coche de juguete clásico y con una gorra de apoyo a Donald Trump en la que se lee «Make America Great Again«. Como señalaron algunos columnistas, Caitlyn cree que todos los americanos deberían estar cabreados con Trump pero no tanto como para dejar de llevar el «eslogan racista y xenófobo en la frente.»
Cuando TMZ publicó la foto llegó el momento en el que Caitlyn desplegó toda su artillería peliculera. Si creías que lo de Maroto, Levy o la boba lesbiana del PP que votó contra el matrimonio igualitario y luego se casó con una mujer era digno de Oscar, espérate a conocer la historia de la gorra de Caitlyn.
En una conversación con TMZ, Caitlyn ha explicado que un día tenía que ir de su casa en Malibú al Club de Campo de Sherwood, en Thousand Oaks. Como iba a ir en un descapotable de 1960 se dio cuenta de que necesitaba algo mejor que una visera para proteger su peinado, así que fue a su armario y de entre todos sus gorros y gorras cogió la primera que encontró sin fijarse.
Cuando llegó al club de campo tiró la gorra en el suelo del coche y se olvidó de ella hasta que, una hora después, cansada de haber jugado al golf (imagínate lo que debe ser coger un coche de 1960 para irte una hora al club de campo a jugar al golf, qué stress), volvió al coche, cogió la gorra y se dio cuenta de lo que acababa de hacer.
Según TMZ, Caitlyn se quedó horrorizada al ver que había llevado una gorra de apoyo a Trump al que ahora detesta por lo que le ha hecho a las personas trans. Pero entonces se le presentó un problemón: ¿volver a casa conduciendo sin la gorra y estropearse el peinado o ponerse otra vez la gorra y rezar para que nadie le viera? Pues ella, preocupada por su comunidad pelo como está, se puso la gorra.
A mitad de camino le apeteció un café del Starbucks, pero sabía que allí habría gente así que cuando estaba llegando al local se cambió la gorra por una visera de golf, aparcó, fue a pedirse un café, volvió a su coche, se puso otra vez la gorra deseando no encontrarse con nadie y puso rumbo a casa. ¿Y creías que la película acababa aquí? ¡NO! ¡HAY MÁS DRAMA!
Cuando llegó a su casa Caitlyn se dio cuenta de que… ¡¡se había dejado el bolso en el Starbucks!!
Así que, presa del pánico (porque en el bolso, entre otras cosas, estaba su teléfono móvil) volvió al coche y condujo como una loca hasta el Starbucks para recuperar su bolso y cuando lo tuvo entre sus brazos subió de nuevo a su descapotable para, esta vez, volver a casa sin acordarse de que no se había quitado la gorra.
En algún punto entre el Starbucks y su casa, un fotógrafo le hizo la foto; como los radares captan a los coches que van demasiado rápido, ese paparazzi captó a la mujer trans con la gorra del señor (al que votó) que le quita derechos a las personas trans. 15 puntos menos en el carnet LGBT.
Caitlyn ha pedido disculpas a la comunidad trans, ha reconocido que cometió un error y que nunca más volverá a hacerlo. Para asegurarse ha decidido librarse de la puta maldita gorra y ha pensado firmarla y subastarla para donar los beneficios a alguna asociación que ayude a las personas transgénero.
No sabemos cuánto dinero conseguirá Caitlyn si consigue vender la gorra, pero nosotros tenemos un premio para ella: