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A raíz de las numerosas y furibundas críticas de los últimos días, el MADO – Madrid Orgullo aclara que la cantante israelí Netta no forma parte de la programación oficial del Orgullo LGTBI.
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Netta es la invitada del festival Tanga! que organiza la empresa de eventos Locamente en una sala privada.
Una de las cosas que provoca la antigua tradición de no ofrecer la programación del Orgullo de Madrid (MADO) hasta dos días antes de que empiece es que pasan cosas como ésta.
Hace unos días la fiesta Tanga! anunció que durante el fin de semana del MADO celebrará un festival con tres fiestas: una el viernes, otra el sábado y otra el domingo. Y cada fiesta trae a una artista invitada. Para la fiesta del domingo traen a Eleni Foureira, para la del sábado traen a Inna y para la del viernes traen a la ganadora del último festival de Eurovisión: Netta.
Y se ha liado pardísima.
Por algún motivo que no alcanzamos a comprender aunque el anuncio viene de una fiesta privada hay muchísima gente que ha dado por hecho que la actuación de Netta forma parte de la programación oficial del MADO.
Como expresidenta de la FELGTB lo digo muy clarito: NO quiero a Netta en el Orgullo de Madrid. No a la limpieza del estado genocida #Orgullo2018
— Beatriz Gimeno (@BeatrizGimeno1) June 15, 2018
Desde la plataforma del #OrgulloCrítico de Madrid rechazamos la participación de la cantante Netta -representante de Israel 🇮🇱 y ganadora del festival de @Eurovision 2018- en la celebración del @MADOrgullo, el Orgullo Gay de Madrid.
— Orgullo Crítico (@OrgCriticoMad) June 14, 2018
📝 Comunicado del PCM sobre el #Orgullo LGTBi
Nos sumamos al comunicado del Orgullo Crítico de Madrid y condenamos el intento de mercantilizar el Día del Orgullo LGTBi, esta vez, de la mano de la israelí Netta Marzilai, ganadora de Eurovisión.
➡️ https://t.co/qq50BEkIYc pic.twitter.com/pjVYUsiiVL
— PCM (@elpcm) June 15, 2018
Repetimos:
Esto es lo que pasa por no tener el programa publicado a dos semanas del Orgullo.
Cuando Netta ganó el Festival ya hubo muchísimas protestas por la estrategia de pink-washing que el estado de Israel lleva años llevando a cabo, estrategia que este año parece que pasaba por ganar el Festival y celebrarlo en Jerusalén. Que, por cierto, la UER ya dijo que nada de hacer lo que Israel diga y que la sede del festival de 2019 se elegirá como siempre se ha hecho (y si a Nettanyahu no le gusta, se van a Chipre, que Eleni quedó segunda).
El anuncio de que Netta estará en la fiesta Tanga! del viernes 6 de julio provocó que muchas organizaciones y activistas se lanzaran a las redes a criticar al MADO por participar en el pink-washing israelí. Por si no sabes lo que es que estoy yo aquí hablando del tema tan alegremente, se llama pink-washing al uso de la causa LGTB+ como cortina de humo para tapar otras cosas que no están bien. Por ejemplo, ganar el Festival de Eurovisión con una canción contra el bullying y celebrarlo bailando con el presidente de tu país horas después de que éste haya dado orden de disparar contra civiles palestinos.
Es un ejemplo, claro.
Otra forma de pink-washing es vender Tel Aviv como referente turístico gay mientras en Jerusalén se apuñala a los asistentes a la manifestación del Orgullo. O colgar la bandera LGTB+ en el escaparate de tu negocio cuando el resto del año haces campaña en contra de los derechos del colectivo, lo discriminas económicamente o haces bromitas homófobas.
Pero hay dos absurdeces problemáticas bastante evidentes en toda esta polémica por la presencia de Netta en Madrid ese día. La primera, que Netta no forma parte de la programación del Orgullo sino que es la artista invitada de una fiesta privada. Así que es absurdo acusar al MADO de participar en el pink-washing isarelí cuando es un señor promotor el que se la trae y monta una fiesta y te cobra entrada y tú puedes elegir si pagarla o no. Desde el propio MADO han emitido un comunicado clarificando «que la cantante Netta no tiene ninguna actuación en los escenarios que forman parte de la programación oficial del Orgullo LGTBI de Madrid» y recuerdan que estará en «un festival organizado por un promotor privado en una sala de fiestas de Madrid» que «no forma parte de la programación oficial«.
De hecho a mí todo esto me hace mucha gracia porque me fascina ver a tantísima gente criticando a Israel por usar el Festival con fines políticos y de limpieza de imagen, cuando nunca he visto tantísimo rechazo colectivo a Israel precisamente por algo que llevan años haciendo. ¿Cuántas veces has visto a colectivos, activistas y columnistas protestando por la presencia de Offer Nissim -DJ israelí- en las We Party del fin de semana del MADO? ¿Por las fiestas de Eliad Cohen?
Joder, Dana International no solo ha estado en los escenarios del MADO, es que incluso fue cabeza de cartel del Orgullo de Torremolinos.
Dana International estuvo varías veces en el orgullo de Madrid y nadie se quejó. Os recuerdo que ella representó a Israel dos veces y es Israelí.
Dejemos de mezclar música con política. Netta no viene a promocionar su país, viene a promocionar su música.
— Josito (@jositorudeboy) June 14, 2018
¿De verdad vamos a seguir diciendo que Israel ha conseguido su objetivo al ganar el Festival? ¡Pero si por fin este año parece que nos hemos caído del guindo de una puñetera vez!
La otra absurdez problemática de todo esto es que me sorprende ver a tantísima gente protestando por la presencia de Netta en los escenarios del Orgullo (aunque ya sabemos que no será así) pero nadie se haya quejado, por ejemplo, de la presencia de Leticia Sabater.
O Marta Sánchez.
O Alaska y Mario.
O decenas de artistas que sí se han marcado un pink-washing de manual al plantarse en los escenarios de Callao, Sol o la Puerta de Alcalá para vendernos su último single mientras el resto del año apoyan a partidos políticos que boicotean constantemente la igualdad y los derechos del colectivo LGTBI, o se declaran amigos de locutores de radio que abogan por pegar tiros a los políticos que no le gustan, o participan en la promoción turística de países con un expediente sospechoso en cuanto a derechos humanos.
Si el pink-washing israelí no ha de tener cabida en los escenarios del Orgullo, todo eso tampoco. Y no me hagáis hablar de la carroza de la gestación subrogada. Que me enciendo.
Cuando acabó el Festival publiqué en esta web un artículo en el que reflexionaba sobre lo hipócritas que somos a veces con los países que participan en el festival. Nos parece bien que se abuchee a Rusia porque es un país homófobo, pero celebramos la victoria de Israel mientras bombardea Palestina. Así que o bien abucheamos a todos los países que vulneran los derechos humanos (y al festival acuden cuatro) o asumimos que Eurovisión es un festival de canciones y lo que pase fuera de él no puede colarse en el escenario.
Pero un Orgullo LGTBI, por muy capitalista que se haya vuelto, no puede pedirnos que hagamos lo mismo que con Eurovisión. Que por mucho negocio que suponga es un Orgullo, y es vergonzoso invitar a participar en él a artistas que luego piden el voto para el Partido Popular, que es un partido homófobo, o Ciudadanos, que solo se acuerda de los derechos del colectivo cuando ven negocio de por medio; o artistas a los que les encanta vendernos cosas pero no se mojan sobre nuestra problemática más allá de un «yo apoyo al colectivo, súper de verdad te lo juro».
Si el respeto a los derechos humanos y el apoyo explícito a las reivindicaciones del colectivo LGTB+ son el baremo que vamos a seguir para decidir quién puede o no actuar en un Orgullo, puede que se nos queden vacíos los escenarios. Y eso en Eurovisión puede ser un problema, pero en un Orgullo sería algo MARAVILLOSO.
Así que queridos activistas del mundo: gracias por vuestra defensa de los derechos humanos y vuestra preocupación y solidaridad respecto al pueblo palestino. Pero la próxima vez que os vayáis a indignar tantísimo aseguraos de que estáis criticando lo que toca.
Y echad a Leticia Sabater (y otros tantos) de los escenarios LGTB+, por el amor de Dior. No solo por lo del PP, es que de verdad…