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El gobierno de Portugal anuncia que prohibirá las operaciones innecesarias que buscan «normalizar» los genitales de bebés intersexo.
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Se convierte en el tercer país del mundo en hacerlo. Malta ya las prohibió en 2015 y Chile en 2016. En España la única comunidad que también las prohíbe es la Comunidad de Madrid.
Mucha gente se pregunta exactamente a qué corresponde cada letra del LGTBQI o LGTBI. El otro día, de hecho, me crucé un comentario de una señora indignada porque hemos conseguido imponernos los miembros de un colectivo al que «cada año le suman una letra».
La I, que muchas veces nos olvidamos, corresponde a las personas intersexo, que son aquellas que al nacer presentan rasgos genitales tanto femeninos como masculinos. No, no son hermafroditas (los animales hermafroditas pueden cambiar sus órganos sexuales para reproducirse); son personas intersexo.
Una de las mayores reclamaciones del colectivo intersexo es que se deje de operar a los recién nacidos para «normalizar» sus genitales, puesto que el género que perciban de mayores puede no corresponderse con los genitales que el médico de turno y los padres hayan decidido que tenga ese bebé. Estas operaciones pueden dejar serias consecuencias en las personas intersexo, que van desde problemas físicos (cicatrices, pérdida de hormonas naturales, esterilización…) hasta graves consecuencias psicológicas.
Ahora Portugal se suma a Malta y Chile, que ya prohibieron ese tipo de operaciones en 2015 y 2016 respectivamente, y ha anunciado que también prohibirá las operaciones innecesarias de este tipo en bebés intersexo. En España este tipo de operaciones sólo están prohibidas por la Comunidad de Madrid, que el año pasado incluyó la prohibición de cirugía externa por motivos que no estén relacionados con un riesgo por la saluda en su Normativa de Identidad y Expresión de género e Igualdad Social.
A esta reclamación se ha sumado tanto el Parlamento Europeo, que ha exigido que se tomen más acciones para proteger el bienestar físico y mental de las personas intersexo y de las personas trans; y Amnistía Internacional, que no hace mucho publicó un informe en el que afirmaban que este tipo de operaciones invasivas suponían una clara violación de los derechos humanos. Según ese informe, en la inmensa mayoría de los casos ese tipo de operaciones se realizan sin que sean necesarias en términos médicos y con la única intención de hacer que el bebé encaje en un estereotipo de género «ideal» dentro de un sistema binario. Para Amnistía Internacional esa justificación de está basada en «estereotipos de género profundamente asumidos en nuestra sociedad: que el género es binario, que los niños crecerán para ser heterosexuales, y que los niños cuyos cuerpos son de género no-binario sufrirán daño psicológico por ello.»
Es por eso que exigen a los gobiernos de todo el mundo que sigan los pasos de Malta y Portugal, prohiban este tipo de operaciones y creen protocolos que respeten los derechos humanos y protejan el bienestar de las personas intersexo. Hace unos meses la ONU lanzó una preciosa campaña de concienciación para ayudar a la concienciación sobre esta problemática.
Fuente | Pink News