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El Fiscal Superior de la Comunidad de Madrid pide al juez que prohíba la circulación del autobús tránsfobo de HazteOir hasta que se determine si se ha cometido un delito de odio (y se quería seguir cometiendo).
Te voy a ser sincero: empiezo a estar hartito ya del autobús. Pero también te digo que esta noticia me hace especialmente feliz.
Ya te contábamos ayer que la Policía Municipal de Madrid había retenido el autobús tránsfobo que hablaba de penes y vulvas porque, según el Ayuntamiento, incumplía la ordenanza municipal de publicidad en vehículos. Desde HazteOir dijeron que no incumplían ninguna normativa porque se trata de una campaña de difusión organizada por una ONG y por lo tanto no están sujetos a ordenanzas sobre publicidad. Es lo que pasa cuando el Ministerio de Interior (del PP) te declara asociación de Utilidad Pública, que te vienes arriba.
Sea como sea, aunque la asociación presidida por un señor que dice ahora que se les está señalando como los nazis señalaban a los judíos (que ya hay que tenerlos bien puestos para soltar semejante burrada) aseguraba que el autobús iba a pasar a mediodía por Cibeles y de ahí se iba a ir a Valencia, lo cierto es que el vehículo está paradito en un descampado mientras es custodiado por la Policía para que no vaya a ninguna parte mientras la Fiscalía determina si se ha cometido un delito de odio.
Lo que sí había en Cibeles era un pequeño grupo de personas protestando por la «censura» a las que les ha sometido el Ayuntamiento y la Comunidad. Como te puedes imaginar, todos eran señores y señoras cisgénero portando unos cartelitos que, estoy convencido, tenían preparados antes incluso de que se vinilara el bus. Porque sabían que esto iba a pasar.
Lo que probablemente no se esperaban es que la reacción frente al bus fuera tan contundente. No sólo a nivel social y político, sino también a nivel legal. El Fiscal Superior de la Comunidad de Madrid, Jesús Caballero, ha abierto diligencias para investigar un posible delito de odio. En una carta que ha remitido de forma urgente a la Sección de Delitos de Odio de la Fiscalía Provincial de Madrid, Caballero ha pedido al juez que prohíba la circulación del autobús hasta que se retiren los mensajes discriminatorios que exhibe. Además ha señalado que «existe un riesgo de perpetuación de la comisión del delito, así como de alteración de la paz pública«. Y señala también que permitir que el autobús siga circulando contribuye a crear «un sentimiento de inseguridad o temor entre las personas por razón de su identidad u orientación sexual, concretamente entre los menores que puedan verse afectados por el mensaje.»
Por desgracia para todos al haber informado todos de forma tan concienzuda sobre el tema hemos contribuido a que ese mensaje se difunda aún más y llegue a más menores trans de los que habría llegado sólo paseándose por las calles de varias ciudades españolas. Pero precisamente por eso es importante que continuemos informando para que quede claro cuál es la consecuencia de la transfobia y que los menores trans sepan que están protegidos.