La seguridad social inglesa le está diciendo a pacientes de cáncer que sus tratamientos quedan pausados porque el dinero se tiene que destinar a la implantación de la PrEP.
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Hace unas semanas te explicábamos la batalla legal en la que la PrEP está sumida en Inglaterra. Todo empezó el día en que el NHS (el National Health Services, la seguridad social inglesa) emitió un comunicado diciendo que lo de la PrEP no era cosa suya y que no la iban a pagar, que si alguien la quería tendrían que ser los ayuntamientos los que pusieran el dinero.
Varias ONG que luchan contra el VIH en Reino Unido, incluyendo el Terrence Higgins Trust, llevaron ese comunicado a los tribunales porque consideraban algo tremendamente inaudito y atrevido, casi revolucionario: que sí es responsabilidad del servicio nacional de salud hacerse cargo de la salud de la nación. Evidentemente el Tribunal Supremo inglés le dio la razón a las ONG y el NHS se encontró con un marrón doble. Por un lado un marrón financiero, porque la implantación de la PrEP se estima en unos 20 millones de libras; y por otro lado un marrón de imagen pública, porque un tribunal había puesto al descubierto las vergüenzas homófobas del NHS.
Por desgracia para todos esas vergüenzas no les daban tanta vergüenza y en cuanto el Tribunal dictó sentencia comenzó una campaña de acoso y derribo contra la PrEP por parte del NHS que envió varios comunicados con muy mala leche a los medios de comunicación para fomentar el sensacionalismo y crear malestar en el público a costa de la PrEP. Básicamente lo que intenta el NHS es ganarse a la opinión pública haciendo creer que la PrEP no es un tratamiento necesario, que es una droga recreacional, que sus efectos no son tan buenos como los pintan y que usar el condón es mucho más barato.
Curiosamente nadie se atrevería a decir eso sobre la píldora anticonceptiva, pero el machismo está peor visto que la homofobia (y eso que van cogiditos de la mano).
El Sindicato Nacional de Periodistas de UK ya denunció las malas prácticas del NHS y se lamentó de que sacaran las «tropas homófobas» a pasear y provocaran una batalla entre pacientes. Pero aún así es lo que siguen haciendo. Lo último es atacar directamente a los pacientes y se ha dado el caso de que a varios enfermos de una rara forma de cáncer en la sangre (incluyendo una madre, un antiguo ginecólogo y un asesor del propio NHS) les han dicho, literalmente, que sus tratamientos quedaban en pausa porque la PrEP les quitaba la financiación.
«Si es verdad que a los pacientes les están diciendo esto, es un comportamiento cruel y totalmente inaceptable por parte de los que lo están diciendo y por parte del NHS al intentar hacer que un grupo de pacientes se plante contra otro«, ha declarado Ben Bradshaw, antiguo ministro de sanidad del país.
Desde el Terrence Higgins Trust muestran su cabreo por la forma en que el NHS está planteando el tema del presupuesto necesario para implantar la PrEP en el país aclarando que es «profundamente engañoso e irrespetuoso para todos los pacientes«.
La excusa del NHS es que «dado que nunca hemos tenido presupuesto ilimitado, siempre es necesario decidir cuáles son los mejores nuevos tratamientos a financiar y eso es lo que está pasando aquí. En el mundo real a nadie se le escapa el hecho de que si se gastan 20 millones de libras en un nuevo medicamento concreto, ese dinero no estará disponible para otros tratamientos.»
Eso lo sueltan a pesar de que todos los expertos están de acuerdo en que al financiación de la PrEP es beneficiosa a largo plazo incluso aunque la reducción de la tasa de infección sea leve. El coste del tratamiento de Truvada (la pastilla que se utiliza como PrEP) es de 500 libras por persona AL AÑO si se utiliza el medicamento genérico, mientras que el tratamiento de por vida de una persona con VIH puede alcanzar las 380.000 libras.
[divider]Fuente: Pink News[/divider]
