Una multitudinaria manifestación en favor del colectivo LGTB+ polaco cruza la frontera desde Alemania a Polonia
La situación del colectivo LGTB+ en Polonia sigue siendo igual de preocupante que antes de que en LaSuperQueer nos cogiéramos unas pequeñas vacaciones. Lo que significa que los que deberían estar haciendo algo al respecto son igual de vagas que nosotras.
Los que no son tan vagos son los miles y milas de manifestantes (unos 2.000) que el pasado sábado 5 de septiembre se concentraron en el pueblo alemán de Frankfurt con queso an der Oder para comenzar una marcha en pro de los derechos del colectivo LGTB+ que acabó cruzando la frontera (en forma de puente sobre el río Oder) con Polonia y visitando el pueblo polaco de Slubice, con el que les une una estrecha relación.
Como Villarriba y Villabajo, pero versión transfronteriza.
La mayoría de pancartas que portaban los manifestantes eran muestras de apoyo a las personas LGTB+ polacas, que el pasado julio vieron cómo el desgraciao homófobo Andrzej Duda volvía a ganar las elecciones tras una campaña electoral llena de ataques absurdos e intolerables al colectivo. Además en la medida de lo posible se respetaron las medidas de seguridad por la pandemia de la concha de su madrevid-19, y todo el mundo llevaba la mascarilla y mantuvo la distancia de seguridad.
Porque esto es Alemania, no un chiringuito gay en Torremolinos.
«Ésta es nuestra respuesta a lo que está ocurriendo en otras partes de Polonia, en la que se están creando zonas ‘Libres de LGTB+’«, explicó Kacper Kubiak, del Instituto por la Igualdad, al periódico Gazeta Lubuska. Mewa Topolska, una de las organizadores de la marcha que es además profesora en Slubice, explicaba a Reuters que: «La única manera de que podamos cambiar las opiniones de la gente es a través de la visibilidad. No tenemos derechos LGTB+ al completo en Polonia, y no los tendremos en bastante tiempo, así que el principal objetivo de la marcha es la solidaridad con el lado polaco.«
«Nadie debería juzgar a otras personas por su raza, religión o sexualidad. Todos nacemos diferentes y no elegimos la forma en que lo hacemos«, explicaba Stella, una trabajadora social del pueblo alemán.
No faltaron, obviamente, la panda de homófobos que acudieron con una furgoneta llena de consignas anti-LGTB+ para enfrentarse a los manifestantes. Pero la manifestación pudo realizarse con total normalidad y sin incidentes.
