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La abogada Michelle Suárez se convierte en la primera senadora trans de Uruguay al sustituir a otro senador del Partido Comunista.
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Suárez fue una de las encargadas de redactar la ley del matrimonio igualitario y quiere promover más acciones para conseguir la igualdad del colectivo LGTB+ en el país.
Michelle Suárez está acostumbrada a hacer historia en Uruguay. En 2010 fue la primera persona trans del país en graduarse en la Universidad y también fue la primera en convertirse en abogada. En 2013 fue una de las personas que ayudaron a redactar la ley que legalizaba el matrimonio igualitario, a la que además defendió con uñas y dientes.
Ahora Michelle ha roto otra barrera: se ha convertido en la primera persona trans en ocupar un puesto en el senado del país.
Michelle ha accedido al puesto sustituyendo al senador del Partido Comunista Marcos Carámbula, y ya ha anunciado que quiere utilizar su puesto para mejorar la situación legal del colectivo LGTB+ en el país. «Apuesto por una sociedad más justa y menos discriminatoria«, declaró tras jurar su cargo como senadora.
La intención de Michelle es aprobar una ley de igualdad trans que obligue al gobierno a reservar un 1% de los puestos gubernamentales a personas trans. Además esa ley establecería una compensación económica para las personas trans que fueron perseguidas durante la dictadura militar en la década de los 70 y los 80. Y no sólo eso, sino que facilitaría la situación legal de las personas trans eliminando la necesidad de que un juez apruebe el cambio de su identidad de género en los documentos oficiales.
«Uruguay ha evolucionado, pero sigue siendo un país discriminatorio» ha declarado Suárez a Associated Press. Suárez también ha explicado que su infancia fue feliz porque su familia siempre la ha apoyado, pero fuera del ámbito familiar la situación no era igual de idílica. Cuando con 15 años fue consciente de su identidad de género comenzó a sufrir bullying por parte de sus compañeros de clase y sus profesores; lo que no impidió que terminara el instituto con unas notas sobresalientes.
Una vez en la universidad, uno de sus profesores se negó a aprobarla debido a su identidad de género. Pero Suárez se considera afortunada porque, al contrario que una gran mayoría de personas trans en Uruguay: «Yo tenía a mi madre, ésa es la única diferente. Mi familia no me echó de casa. (…) Las oportunidades que yo ahora pueda tener, a muchísimas de mis compañeras trans se les hace imposible porque no tienen el ejercicio de la libertad.»
Fuente | El Pais Uruguay