En el año 2009 el Dr. Paul Church -mejor no traduzcas el nombre- fue despedido del Beth Israel Deaconess Hospital de Boston tras recibir una invitación por email para participar en la carroza del Orgullo del hospital.
Y debe ser que al Sr. Church no le hizo ninguna gracia la invitación porque contestó en los siguientes términos: «los comportamientos en la comunidad homosexual no son saludables y tienen un alto riesgo de consecuencias médicas graves como infecciones parasitarias intestinales y desórdenes psiquiátricos». Además, el doctor añadió que participar en la carroza era algo censurable y que repercutiría en la credibilidad de hospital ya que «deshonra a una gran parte de su comunidad que tienen la convicción de que la homosexualidad no es natural e inmoral».
Para terminar, en su correo dijo cosas tan bonitas como que los activistas LGTB estaban comprometidos con «actividades peculiares» y que «promovían perversiones» además de «valores equivocados». Y no contento con responder al correo, se metió en la intranet donde continuó diciendo cosas bonitas sobre los maricones. ¿Y qué pasó? Obviamente fue despedido.
Ya han pasado seis años de todo, pero ahora, y tras dos apelaciones, el doctor vuelve a la carga afirmando que ha sido discriminado por sus creencias, y ha contratado ni más ni menos que a Mat Staver, el abogado de Kim Davis, algo que nos hace mucha gracia porque a Kim al final nada le salió bien. Pero por si quieres reírte un rato, te dejamos con las declaraciones del letrado (qué nos gusta la palabra letrado):
«El Dr Church ha perdido su autorización para ejercer en ese hospital. ¿Por qué? Porque escogió el mejor de los intereses para sus pacientes y los demás miembros del hospital como su prioridad, como un médico debería hacer […] No va a promover un estilo de vida inmoral y claramente perjudicial para la salud física y mental […] Si un científico no puede investigar que el Centro de Control de Enfermedades del gobierno indica que la homosexualidad es una conducta dañina, eso significa que su salud, la mía y la medicina está siendo puesta en tela de juicio por una agenda política».
Y tras el ataque de risa que nos ha dado, desde aquí, con amor, para el doctor y el Sr. Staver:
Fuente | Queerty