La discoteca Valetodo Downtown de Miraflores (Lima) reabre tras 100 días de inactividad por culpa del coronavirus convertida en un supermercado con DJ y con las Drag Queens reponiendo y cobrando. ¿No es un sueño?
¿Cuántas veces has bajado al Mercadona a por pollo y atún y has vuelto a casa con pollo, atún y te has vuelto con un buen ejemplar de carne en barra? Mogollón, lo sabemos, porque eres somos muy puta especialistas en convertir en Scruff todo lo que tocamos y cualquier sitio al que vayamos.

Pues imagínate si esa fantasía ocurriera además en un Mercadona en el que entre paquete de arroz integral y helados con sabor a nube puedes ir al DJ a pedirle que te ponga el Chromatica o preguntarle a tu drag queen de confianza si van a reponer el pavo.

Y ahora deja de imaginar y múdate a Perú porque (por desgracia, en realidad) ese paraíso existe, se llama Downton Market y tiene DJ y Drag Queens incorporados porque antes de ser un supermercado era la discoteca LGTBQ+ más grande de Perú.

Perú es el segundo país de latinoamérica con mayor número de casos de coronavirus y el tercero en número de muertes. Así que el confinamiento del país es bastante estricto y los propietarios de la discoteca Valetodo Downtown tuvieron que echar el cierre hace más de 100 días. Que, en otro orden de cosas, podría ser más si la denuncia por discriminación que interpuso un chico trans hace unos meses contra la discoteca sale adelante.
Sí, ya sé que no tiene nada que ver pero no me sentía bien contándote lo del súper, que es como muy guay, cuando se trata de una discoteca LGTB+ que parece dirigida por J.K. Rowling.

En cualquier caso: que viendo que la situación no tiene pinta de mejorar en breve, los propietarios han decidido darle la vuelta e intentar que los 120 trabajadores no pierdan sus empleos. ¿La solución? Llenar la pista de baile de estanterías, llenar las estanterías de productos, llenarse la cara de maquillaje… ¡y a vender!

«Estamos abriendo las puertas con mucho entusiasmo«, explica la encargada Claudia Achuy, «para nosotros ha sido un gran reto, ha sido un camino complicado, pero hemos salido adelante«. Para amenizar las compras en vez de hilo musical hay un DJ al que los clientes pueden pedirle canciones; los camareros y los encargados de sala ahora se han convertido en cajeros y reponedores y las DRAGS reciben a los clientes y se aseguran de que encuentren todo lo que necesitan. Y todos van con su mascarilla y manteniendo las medidas de seguridad.
El nuevo súper acaba de abrir sus puertas y habrá que ver cómo reacciona la comunidad. Sería maravilloso que además de ayudar a que nadie pierda su trabajo el nuevo uso (temporal) del local sirviera para ayudar a la comunidad LGTB+ de Perú, que no debe estar pasándolo especialmente bien en estos meses.