Los «políticamente correcto» está llegando demasiado lejos. Resulta que el pasado 21 de octubre estaba prevista la proyección del Stonewall de Roland Emmerich en la Universidad de Colorado, se ha suspendido «de forma indefinida» por la reclamación de un grupo de estudiantes LGBTQIA+ (las siglas son reales y se corresponden con lesbian, gay, bisexual,transgendered, questioning, asexual y luego el «+» para todo lo que quieras añadir: una cabra, un hamster, lo que quieras.)
Y es que dicho grupo ha formado otro llamado RAID (Radicales contra el daño institucional) que escribió a la dirección del campus en los siguientes términos:
«La película es discursivamente violenta. En un mundo donde los blancos cisgéneros han conseguido la «igualdad matrimonial» y muchos ven que la lucha ha terminado, se está reforzando una jerarquía de la opresión para inventar un personaje que no existió y situarles en una película con base histórica con la finalidad expresa de silenciar a grupos más marginados […] Los estudiantes tendrán que informar a otros estudiantes así como al personal y a los profesores de los aspectos problemáticos de la película […] Una vez más, la conversación pone a los estudiantes queer en la posición de tener que enseñar la validez de nuestros sentimientos, lo que es emocionalmente agotador, difícil,y, francamente no es nuestro trabajo»
¿En serio? ¿Prohibir para evitar que se haga una lectura malintencionada, errónea, equivocada o como queráis llamarlo? Estamos de acuerdo en que la pedagogía puede llegar a ser agotadora, pero prohibir una película desde luego no creemos que sea la solución. Especialmente cuando se trata de una simple dramatización de lo ocurrido.
La administración del campus finalmente optó por suspender la proyección de Stonewall y celebrar un foro abierto sobre el tema.
Entre los argumentos recogidos a favor de la prohibición, destacamos el de Amelia Eskani, estudiante de dicha universidad ha declarado al periódico estudiantil The Catalyst «Creo que la universidad de Colorado debería cancelar la proyección porque la seguridad y bienestar de la comunidad queer y trans es más importante que un debate. Al proyectar la película en el campus, aceptamos un representación incorrecta de los disturbios de Stonewall y creamos un espacio de opresión para los estudiantes queer y trans».
Es decir, que no quieren que se ponga la película por la estabilidad mental del colectivo trans. Esperemos que dicho colectivo no vea series como American Horror Story o Hannibal o estamos apañados. Suponemos que tampoco verán series como Glee ni clásicos como Tootsie. Y por supuesto, películas «históricas» como Los 10 mandamientos o Ben-Hur deben tenerlas prohibidas.
Que se alcance el extremo de censurar una película porque no se ajusta a la SUPUESTA realidad es, a todas luces, excesivo, por no utilizar otra palabra. A todo el mundo se le está llenando la boca al hablar del papel de las trans en ese momento, pero como decíamos en un artículo, en esa época no se tenía la conciencia que existe hoy sobre «lo trans» y se mezclaba fácilmente con la homosexualidad. De hecho, si buscáis material sobre Stonewall en google o en youtube veréis que el 95% se pueden identificar como «homosexuales blancos». Ahora ya que cada uno saque sus conclusiones.
Fuente | Newnownext