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Las nuevas directrices de reclutamiento del Pentágono que entrarán en vigor el 1 de enero de 2018 aclara que las personas trans serán tratadas con dignidad y respeto y se respetará su autodeterminación de género.
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El ejército estadounidense da así un revés a las políticas tránsfobas de Trump.
Cuando el verano pasado Donald Trump dijo a través de Twitter (que parece es el único sitio en el que sabe hablar) que iba a prohibir a las personas trans servir en el Ejército medio Estados Unidos se le tiró encima. La decisión, que tomó con la única intención de contentar a la extrema derecha y asegurarse la financiación para el muro con México, no sentó nada bien ni al colectivo LGTB+ ni al propio ejército de los EE.UU. que lleva décadas teniendo reclutas trans y nunca han tenido ningún problema.
Mientras varios jueces federales han detenido la puesta en marcha de esa prohibición por considerarla discriminatoria y anticonstitucional, desde el Pentágono aún no habían hecho ninguna declaración oficial sobre el tema.
Se esperaba que en enero de 2018 el ejército estadounidense presentara una nueva serie de directrices sobre las personas trans en sus filas. La Casa Blanca ha intentado en las últimas semanas detener judicialmente la publicación de esas directrices, conscientes de que iban a ir contra la decisión del presidente. Aunque el ejército no se había pronunciado oficialmente sobre el tema el militar de mayor rango del país dejó claro durante una investigación en el Congreso que él no había hablado con Trump del tema y dejó caer que el presidente mentía al asegurar que lo había consultado con expertos militares.
Trump mintiendo. Qué sorpresa.
En un memorándum publicado por el Departamento de Defensa de EE.UU. se han añadido una larga serie de pasos a seguir en caso de que una persona trans quiera alistarse en el ejército. Y no solo no se les prohíbe el acceso, si no que se respetará su autodeterminación de género.
El texto asegura que las personas trans podrán alistarse según el género que prefieran y utilizar el baño y las instalaciones acorde a ese género. Desde la asignación de dormitorios a los exámenes médicos, la ropa interior suministrada… Todas esas decisiones y medidas se tomarán según su género sentido. Las personas trans, además, podrán pedir que se respete su privacidad cuando trabajen en grupo y se les ofrecerán chapas de identificación acorde a su género. El Ejército respetará la identidad de género de las personas trans y asegura que «todo aquél que se aliste será tratado con dignidad y respeto.«
Toda la experiencia de una persona trans en el ejército será idéntica a la de una persona cis sin importar las «características anatómicas de su sexo de nacimiento«, y en lo único que habrá diferencia será en un informa médico, conocido como DD 2807, que será estrictamente confidencial. En el caso de que una persona trans se haya sometido a cirugía de reasignación de sexo no podrá unirse al ejército hasta que se compruebe que lleva 18 años de estabilidad física y emocional.
La situación será diferente para los nuevos reclutas de género no binario. Los documentos oficiales del ejército no incluyen una tercera opción de género y por lo tanto estas personas serán obligadas a marcar su sexo de nacimiento como género oficial.
«Estamos sustancialmente satisfechas«, ha explicado la directora legal del National Center for Lesbian Rights, Shannon Minter, a NBC News; «Nuestro objetivo final era no tener una serie de reglas únicas. Solo queremos que las personas transgénero sean tratadas exactamente igual que todos los demás.»
Fuente | Pink News