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El joven británico acusado de transmitir el VIH deliberadamente a 5 personas e intentarlo con otras 5 ha sido declarado culpable y podría ser condenado a cadena perpetua.
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Daryll Rowe ha asegurado que no recuerda los mensajes hirientes que envió a sus víctimas ni los avisos de sus médicos, y también que creía que siendo vegano y bebiendo su orina podría curarse del VIH.
Daryll Rowe, el peluquero de 26 años del que te hablábamos hace unas semanas, ha sido declarado culpable de transmitir el VIH de forma intencionada a cinco hombres y tratar de transmitírselo a cinco más en un juicio que ha levantado mucha polvareda mediática (y sensacionalista, que hablamos de Reino Unido).
En el juicio se escucharon diferentes testimonios de las parejas sexuales de Daryll, a las que conoció en Grindr, que explicaron cómo el chico o bien les amenazó verbalmente o se mostró físicamente violento para forzarles a practicar sexo sin preservativo; o bien saboteó los condones. También han testificado los doctores que trataron a Daryll cuando dio un diagnóstico positivo que aseguran que el joven aceptó la noticia bastante bien pero se preocuparon cuando Daryll se negó a tomar la terapia antirretroviral, lo que les llevó a avisarle de que en caso de no tratarse y contagiar el VIH a alguien podría ser procesado penalmente.
«Se le avisó de que podría ser acusado por transmitir el VIH o por poner a alguien en riesgo de transmisión por su culpa» expuso la fiscal Caroline Carberry durante el juicio, «Le dijo a sus médicos que no iba a volver a practicar sexo sin protección, pero no acudió a las siguientes citas médicas en Edimburgo y se mudó a Brighton. No tenía familiares ni amigos en la zona, aunque sí mantuvo contacto con varios hombres de la zona a través de la aplicación de citas Grindr.»
Al pasar por el estrado Daryll aseguró no recordar las conversaciones en las que los doctores le avisaron de que si transmitía el VIH teniendo una carga viral alta por no estar en tratamiento podría ser procesado, y explicó a la sala que creía que manteniendo un estilo de vida vegano y bebiéndose su propia orina podría curarse del VIH. La fiscal Carberry acusó entonces a Daryll de haberse inventado esa «tontería» para justificar su «campaña» para infectar a otros hombres, a lo que Daryll respondió que «¿Por qué iba a hacerlo cada día si pensara que es una tontería?«. La fiscal añadió que «Lo hizo porque, por alguna razón, no quería tratar la infección» y Daryll aseguro que «Quería curarme, creía que me estaba curando.»
Durante el juicio el jurado, formado por siete mujeres y cinco hombres, escuchó los testimonios de las víctimas de Daryll que explicaron diferentes situaciones en las que el chico se mostró posesivo y violento durante las relaciones. La fiscalía presentó como pruebas varios mensajes de Daryll en los que o bien se reía de los acusados («Me he corrido dentro de ti y tengo VIH. LOL. ¡Ups!«) o les insultaba tras haber dado positivo en VIH. Uno de los testigos aseguró que cuando se enfrentó a Daryll tras sospechar que era seropositivo el acusado le respondió: «¡Ja! Te pillé«. Entre las víctimas hay desde un trabajador de una ONG contra el VIH a la que Daryll le dijo que «lloriquear no te va a curar» hasta un joven cuyos padres murieron de SIDA y que contrajo el VIH después de que Daryll rompiera los condones.
Daryll lloró en el estrado al asegurar que no recordaba haber enviado ninguno de esos mensajes, lo que a la fiscal le pareció «muy conveniente«.
Tras iniciar su «campaña» en octubre de 2015, Daryll fue detenido por la policía en febrero de 2016 pero negó ser VIH+. La policía emitió un aviso para que las posibles víctimas de Daryll acudieran a comisaría pero el chico se escapó en noviembre de 2016 y usó un nombre falso para intentar infectar a otros dos hombres. Al ser detenido Daryll llevaba consigo varios preservativos pinchados.
Tras la condena por cinco cargos de lesiones graves y cinco intentos de lesiones graves falta por conocer la sentencia, que podría ser de cadena perpetua.
Fuente | The Guardian
