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Las iglesias de una diócesis ortodoxa en Grecia harán sonar sus campanas cada día a mediodía como forma de protesta por la ley trans aprobada hace unos días en el país.
Aunque la Ley Trans aprobada en Grecia hace unos días no es una ley perfecta en absoluto, sí que supone un enorme paso hacia adelante para las personas trans del país. Ya te explicamos que los colectivos están contentos por el hecho de que cambiar legalmente su género y su nombre sea más sencillo (eliminando, por ejemplo, la obligación de ser esterilizadas) pero esperaban que la ley se basara en el derecho a la auto determinación de género y que no hiciera falta un juez para aprobarlo todo.
Los que sí que no están nada contentos con la ley son los curas ortodoxos, que han decidido tañer las campanas de sus Iglesias en señal de protesta… y luto.
Los clérigos de la diócesis metropolitana de Amvrosios Los Ferreros de Kalavryta han decidido que a partir del domingo las campanas de sus iglesias sonarán durante 3 minutos durante toda la semana para pedir que se derogue la ley, que consideran «anti-cristiana y anti-griega«. «Es una inspiración indignante que alguien pueda cambiar su género en pocos minutos, con una simple declaración, contradiciendo lo que Dios le ha regalado a las personas. El que tenga ‘disforia de género’ es una persona mentalmente enferma.» han dicho los párrocos en un comunicado.
Si pensabas que para ti que no eres trans no tienen, te equivocas. También tienen. Y es que en el mismo comunicado han asegurado que la homosexualidad (vas a ir tú a explicarles que no tiene nada que ver con la identidad de género) es un pecado mortal y se declaran contrarios a todo tipo de «desviaciones bestiales«. Además temen que después de la Ley Trans se apruebe la adopción por parte de parejas homosexuales y han dicho que colgarán carteles protestando por toda la ciudad de Aigion.
Pero no sufras, oh querida amiga ortodoxa, porque los clérigos han aclarado que no son homófobos. No tienen muchos amigos gais, pero sí han dicho que «no odiamos al pecador, odiamos al pecado.»
No es la primera vez que una iglesia ortodoxa muestra su LGTBfobia. Hace unas semanas una chica australiana denunció que durante el funeral de una amiga lesbiana que se había suicidado el párroco aseguró (para escándalo de todos los presentes) que había que «disparar a los gais.»
Fuente | Associated Press