- La iglesia de La Montaña de los Milagros y el Fuego ofrece en Liverpool un programa para «curar la homosexualidad» ¡en solo tres días!
- Un periodista de Echo Liverpool entró en el programa y esto es lo que descubrió
Lo hemos dicho muchas veces: que a un señor le guste comerle el rabo a otro señor no significa que ese señor esté enfermo, sólo que le gustan los rabos. Pero oye, qué manía tienen los religiosos en calificar tan bonita, y gratificante práctica, como «enfermedad«, «antinatural» o incluso, «pecado«.
Así que cuando Josh Parry, intrépido periodista, descubrió el curso para «curar la homosexualidad» le pudo la curiosidad y acudió para «matricularse» y de paso husmear investigar un poco. Allí le dijeron que tenía que pasar primero tres días rezando sin comer ni beber y que, una vez curado, podría casarse y tener hijos. Como si no hubiera ya suficientes maricones casados y con niños en el mundo…
Josh fue invitado a unirse a un grupo de oración llamado «Mi gloria debe manifestarse» mientras el ayudante del pastor se dedicaba a exclamar cosas tan bonitas como «eres un mentiroso, vas a arder en el infierno, muere en el fuego» y el resto de los asistentes estaba en una especie de trance. Si te da mal rollito imaginarlo… prueba a darle al play al siguiente enlace, porque Parry lo grabó todo. En serio. Da para una temporada completa de Cuarto Milenio.
Por si fuera poco, el periodista también tuvo una reunión de «terapia» donde el hermano Michael le decía cosas como «No puedes decir que Dios te dio un pene y lo hizo erecto., y ahora ha creado otra cosa como un agujero en el que encaja perfectamente. Para tí, tener un pene significa que eres un hombre. Es así como te han creado. Gracias a Dios que buscas la liberación porque vas a tener tu liberación».
Y es que para el pastor, aquellos que se declaran públicamente homosexuales solo buscan la fama. Y eso explica que haya un montón de homosexuales famosos pero que no tengas ningún vecino que lo sea…
Josh ha descrito su experiencia en la iglesia como «terrorífica»: «Era muy inquietante. Yo estaba sentado al fondo haciendo que rezaba mientras los demás cantaban «arde en el fuego, mátalo con fuego».
Recordemos que hace unos meses, el gobierno de Theresa May rechazó ilegalizar las terapias de conversión, y claro, pasa lo que pasa. Y ahora vendrá alguno a defender «la libertad de expresión» y el «derecho a cambiar si uno quiere» y demás sandeces varias. Que hay que ver cómo está el patio últimamente.
Fuente | Liverpool Echo