Alejandro Marcos Ortega, ¡casi nada! Suena a nombre de conde, de duque, ¡de Reina Rey! Pero no, no es nombre monárquico, ¡es de escritor! Hace ya año y medio que publicó su primera novela, El final del duelo, que nosotros nos hemos leído hace poco sí, vamos retrasadas y que como ya os contamos tiene mucho de fantasía, aventuras y normalización. Impulsados por semejante estímulo le hemos buscado para ver si le cazamos como amante o como marido con el fin de saber más sobre él, y ya de paso compartirlo con todos vosotros.
Deslenguado, satírico, un poco mordaz y ácido, pero también cómico y con guasa, así es Alejandro, «el defensor, el protector, el salvador del hombre», según los griegos. Todo eso en un cuerpo hecho para gozar y una mente para imaginar, así es él.
El final del duelo tiene mucho de fantasía, pero también otro tanto de emociones y relaciones, ¿es esta una historia íntima en un mundo imaginario o un recurso para acercarnos esas coordenadas sin referente?
Para mí lo más importante es esa historia íntima de sentimientos. La fantasía, en este caso, es la excusa. Coloca a los personajes en una situación especial de violencia que me interesa mucho. Me ayudó, además, a que el ritmo no decayera, algo que es complicado de lograr en las narraciones intimistas.
Una novela fantástica con un personaje homo o bisexual, ¿es esto importante en su trama?
No es importante puesto que ni la trama ni el argumento de la novela giran en torno a eso. En general no me gustan las novelas homosexuales. ¿Qué es una novela homosexual? ¿Qué es una novela para homosexuales? Me pasa igual con la novela femenina. Al final todos hablamos de sentimientos y situaciones comunes. Eso es lo importante. Lo demás solo son etiquetas, en este caso comerciales.
Pero, por otro lado, sí es importante precisamente por las etiquetas. Llegó un momento en el que me tuve que plantear ¿este personaje es homosexual?, ¿es bisexual?, ¿debo definir su sexualidad? ¿En ese mundo se conoce a la gente que se siente atraída por su mismo sexo como homosexual o se usa otra palabra? Y entonces se me ocurrió hacerme otra pregunta que al final fue la que configuró el mundo en el que se desarrolla la acción. ¿Y si en ese mundo no existieran palabras para definirlo? No distinguimos entre distintos tipos de arena o de nieve y por eso, para nosotros, no existen más que esas dos palabras, pero no pasa igual para un esquimal o un tuareg. Pensé que si de verdad buscaba la normalización, lo lógico sería que en ese mundo nadie fuera homosexual o heterosexual, sino que cada uno se sintiera atraído por la persona que fuera, sea hombre o mujer, en cada momento de su vida, sin necesidad de definirse. Los hay que solo han estado con mujeres, los hay que solo con hombres, con los dos, con una sola mujer y mil hombres, etc. Creo que eso sí, que es importante, quitar etiquetas.
¿Habrá continuación? ¿Qué tienes ya entre las manos?
De momento no habrá continuación. Esta historia está cerrada y si volviera al mundo, que no lo descarto, sería contando otra cosa distinta, probablemente con otros personajes. Quería escapar lo máximo posible de los tópicos de la literatura fantástica que como lector más me molestan, como el heterocentrismo. Te gusta una novela y resulta que tienes una trilogía, una saga de diez libros o de mil, personalmente me pone de los nervios. No considero honrado que un escritor exprima una idea hasta que no queda absolutamente nada, hasta que se vuelve mala e ilegible. Lo mismo que pasa con muchas series actuales, comienzan bien y, por alargarlas, acaban siendo una parodia de sí mismas. No quisiera que eso me pasara a mí. Aunque, por supuesto, yo por dinero, cosas brillantes, sexo o comida continúo lo que haga falta.
Respondiendo a la segunda pregunta, tengo muchísimos proyectos en mente y poco tiempo para escribirlos. No quería estancarme con una idea o hipotecarme con ella durante muchos años. Ahora mismo estoy escribiendo otra novela de literatura fantástica, bastante petarda, por cierto, pero voy muy despacio. Tengo otra novela más en movimiento, esta no fantástica, y muchas ideas en la chistera. Si me tocara la lotería, probablemente veríais muchos más libros míos por ahí.
Imagínate dos equipos nuevos en el campeonato de justas, uno formado por Chenoa, Malú, Soraya, Marta Sánchez y Merche y otro por Cher, Madonna, Kylie Minogue, Christina Aguilera y Britney Spears, ¿cuál crees que ganaría?
En los dos equipos faltaría un miembro, así que voy a poner como maestra a Alaska, en el primero y a Lady Gaga en el segundo. Así ya, con los equipos completos, lo primero que te diría es que pagaría mucho dinero por ver esto. ¿Quién ganaría? Clarísimamente el primer grupo por goleada. Veo a Chenoa, Malú y Soraya repartiendo leña de la buena a Cher, Madonna o Kylie. Christina Aguilera, y Lady Gaga serían los puntos fuertes del otro equipo, pero no creo que sea suficiente. Además, entre las del primer grupo creo que hay más unidad que entre las otras, que no se soportan las unas a las otras. Tampoco me importaría ver un Taylor Swift vs. Katy Perry.
Hablemos de ti, 30 años y una novela publicada, ¿eres un buen partido?
Y una carrera y un máster, trabajo estable, guapo, educado,… No seas tímido, los lectores deben conocer la verdad.
¿Soy un buen partido? Para nada. Date una vuelta por Chueca, el setenta por ciento de la gente ha escrito o publicado un libro. Somos una plaga. Como no tenemos trabajo, escribimos. O quizás sea una moda. El caso es que jamás he ligado diciendo que soy escritor. Es más, te miran como diciendo «¿otro? Tienes que ser buenísimo si jamás he oído hablar de ti». Funciona mejor decir que soy profesor de escritura creativa.
Estudiaste periodismo, ¿lo tuyo es la realidad o la ficción?
La ficción sin duda. Entré en periodismo pensando que me iban a enseñar a escribir, pobre iluso. En segundo ya sabía que no quería ser periodista, pero soy muy cabezón así que me acabé la carrera. Ni siquiera tengo el título colgado.
Profesor en una escuela de escritura, ¿se nace escritor o se aprende a escribir?
Se nace y se aprende. ¿Se nace siendo pintor? No negaré que se necesita cierta visión artística y cierta imaginación, pero también se necesita técnica para explotar esos dos recursos y para potenciarlos. No puedo enseñarte a tener imaginación, pero puedo enseñarte a potenciar la creatividad y a plasmarla en el papel. Sí, se puede aprender a escribir. Y, sí, casi todo el mundo puede hacerlo. Normalmente cuando te planteas escribir ya tienes algo para comenzar. Con ese algo se puede llegar tan lejos como estés dispuesto.
¿Cómo te ves como profesor? ¿Y en las tutorías?
Como profesor me veo bien. Era siempre mi visión de futuro. Estoy cómodo y me siento muy satisfecho cuando veo mejorar a los alumnos. Soy el profesor que me gustaría haber tenido. Intento ser distendido, pero no suelo pasar ni una. Además, como ya he dicho, enseñar en la Escuela de Escritores siempre ayuda a ligar.
En las tutorías mucho mejor. Gano en distancias cortas. Si las necesitan con peluca cobró un plus, que son muy caras.
De ser un personaje en una historia fantástica, ¿cómo te gustaría llamarte y por qué ese nombre? ¿Es ese tu nick en Grindr?
Pues mi nombre me gusta bastante, así que no me lo cambiaría. Hay que acercar la literatura fantástica a nuestro idioma y a nuestro mundo. ¿Por qué un personaje de fantasía se puede llamar Robert, pero no Roberto? Y con el Grindr lo mismo, no soy de esconderme. Aunque aviso que ya no lo tengo, desde que publiqué el libro y me hice archifamoso no paraba de recibir mensajes. Ahora los ligues me los lleva mi secretario.
¿Cuántas veces te han mencionado la canción de Lady Gaga, Ale ale, tira ya, Alejandro?
¿Te puedes creer que es la primera vez que me lo dicen? No, es coña, he perdido la cuenta. Es un buen detector de idiotas si alguien te canta la canción justo después de que te presentes. Lady Gaga me ha ahorrado muchísimo tiempo. Aun así, que conste que la canción me sigue gustando a pesar de la gente.
Venga, ahora te toca a ti contarnos algo petardo, brilli-brilli y divino de tu persona, tu cuerpo, de tus amores y amantes, de lo que tú quieras… ¡Somos todo oídos!
Mi abogado me recomienda hablar solo en su presencia, por lo que de momento callaré. Lo que sí os puedo decir es que suelo escoger el aspecto físico o la personalidad de gente que conozco, pero con la que no tengo una relación profunda, para mis personajes. Intento que no sean amigos míos. ¿Quién sabe? Si hemos amanecido juntos, quizás seas un personaje de mi próximo libro.
Pues chicos, este es Alejandro, ¿os gusta? ¿Le deseáis? Pues seguidle en facebook, twitter o instagram, y lo mismo, quién sabe, acabáis siendo un personaje de su próxima novela…