De otras cosas no, pero seguro que de esto te acuerdas. Porque es algo de lo que te hemos hablado por aquí y en nuestro programa de radio. Hace unos meses en Inglaterra se propuso una ley, la Psychoactive Substances Act, según la cual se pretendían impedir los «colocones legales«. Es decir, prohibir las substancias que hasta ahora eran legales y que algunos seres humanos de la sensibilidad utilizaban para pegarse unos viajes que ni con todos los puntos Iberia del mundo.
Una de las substancias que estaban bajo el punto de mira de esa ley era el limpiador de cabezales, también conocido como nitrato de amilo, también conocido como popper.
La oposición a que el popper se considerara una substancia psicoactiva y por lo tanto fuera prohibida surgió desde el minuto cero, con un montón de gente diciendo que era una tontería prohibirlo porque los que lo usan (para limpiar cabezales, claro) iban a encontrar otras formas de comprarlo. Incluso un parlamentario inglés se metió en mitad del debate para decir que él mismo usaba popper y que la prohibición (evidentemente) le parecía fatal.
Hace unos días el psiquiatra inglés David Nutt, especialista en drogas que afectan al cerebro, escribió un artículo para The Guardian en el que señalaba que la ley, que ignoraba sustancias como el alcohol o el tabaco que causan mucho más daño que el popper, era en realidad un «velado ataque al placer» y a los hombres gays, que son los que más utilizan la sustancia para facilitar el «sexo anal». Lo de «sexo anal» lo pongo entre comillas para que veas que soy elegante y no he dicho «meterse hasta el brazo por el ano». Porque así somos en esta web, dignas.
Pero todo este drama es ya un recuerdo del ayer porque aunque la Ley sigue adelante, la comisión que investigaba el caso (el Advisory Council on the Misuse of Drugs) ha dicho que el popper no entra dentro de la definición de «substancia psicoactiva« que se utiliza para definir qué se prohíbe y qué no con ley. Por si eso no fuera suficiente, la parlamentaria Karen Bradley (que era la jefa de la investigación) ha escrito una carta asegurando que el gobierno está de acuerdo con los hallazgos de la ACMD y que, por lo tanto, no van a prohibir el popper porque consideran que es «beneficioso» en cuanto a los «efectos en la salud de una relación«.
Para que quede más claro: no prohíben el popper porque no te hace año y además te permite follar como Dios. Hala.
Desde el National AIDS Trust, su director de estrategia Yusef Azad ha hablado con la revista Gay Times y ha celebrado esta decisión porque desde el principio toda la estrategia del gobierno por prohibir el popper estaba totalmente equivocada. Y, de paso, les recuerda que si lo que quieren es proteger la salud de los hombres gays, aprobar la PrEP sería un buen comienzo.
Recordemos que a principios de semana el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido dijo que no aprobaba la PrEP como medida de prevención del VIH porque, al ser eso, una medida de prevención, no era cosa suya financiarlo.
Un aplauso.