Maricones catalanes, ja sóc aquí! regocijáos.
Porque el Parlament ha dado luz verde a un dictamen de ley contra la homofobia. Los únicos partidos en contra del texto aprobado en la Comisión de Bienestar y Familia han sido… ¡A ver si lo adivinas!
¡Exacto! El Partido Popular y Unió Democràtica de Catalunya.
Aunque los últimos se han opuesto sólo de forma parcial. «La puntita nada más«, ha dicho Durán i Lleida.
Te cuento amiga, porque aquí hay mucha tela que cortar.
Será en el pleno del 23 y el 24 de julio cuando este dictamen se presente a votación para que se apruebe definitivamente, como ya ocurrió en Galicia el pasado mes de abril. Convergència Democràtica, Esquerra Republicana, Partit dels Socialistes, Iniciativa-Esquerra Unida, Ciutadans y la CUP han votado favorablemente el dictamen, lo que garantiza que se convertirá en ley cuando se vote a final de mes en la Cámara.
¿Y qué supone la ley?
Pues que, a partir de ahora, a más de uno se le acaba el chollo en Catalunya. Sí, La Gaceta, te miro a ti. Y es que el texto protegerá al colectivo LGTBI con sanciones para los que discriminen que pueden ir desde el pago de una multa (variable según la gravedad) hasta la imposibilidad de acceder a concursos de contratación pública o ayudas de la Generalitat. Además se creará una oficina independiente que garantizará el trámite de las quejas, las sanciones y la atención a los usuarios.
¿Y por qué UDC y el PP están en contra de esta ley?
Según ha dicho el portavoz del PPC, Enric Millo, lo que les escuece es la «insólita» tramitación de la ley, que se ha hecho todo muy rápido. ¡Qué vergüenza! ¡Políticos haciendo cosas deprisa! Que dice el bueno de Enric que a los miembros de la comisión les han forzado «a reunirse cada día durante una semana para dar luz verde al proyecto en diez días«. ¡Maricón! (Entiéndame, señor Millo, que no digo que sea usted homosexual, es una expresión cariñosa): ¡Eso se llama TRABAJAR!
Según él, el compromiso del PP en la defensa de igualdad de derechos y la lucha contra la discriminación es absoluto. Según yo, su falta de memoria TAMBIÉN:
Pero lo que más le pica al PP es que este proyecto «apuesta por la discriminación positiva«. Que a ver, yo tampoco soy muy fan de la discriminación positiva, pero esto huele a lo de siempre. Que mucho decir que están a favor de la igualdad y contra la discriminación pero cuando un medio afín a su partido nos pone a caer del burro o nos insulta directamente se escudan en la «libertad de expresión«. Es decir: que lo que el PP quiere es ir a Dios rogando y con el mazo dando. Lo de siempre.
El punto que más polémica está levantando es que la ley garantiza la «inversión de la carga de la prueba«. Cuando tú acusas a alguien de algo lo normal es que tengas que aportar pruebas de lo que estás diciendo, porque el acusado es inocente hasta que se demuestra lo contrario. Pero en los casos de acoso y discriminación por homofobia esas pruebas suelen ser muy difíciles de encontrar. ¿Cómo demuestra un chaval en un instituto que sus compañeros le hacen bullying por ser gay? ¿Cómo demuestras que tu jefe te putea lo más grande porque eres el maricón o la bollera de la empresa?
Que o el acosador es idiota (además de imbécil) o raro será que te mande un e-mail diciéndote: «Eh, maricón, que no te aguanto y te voy a hacer la vida imposible hasta que te eche de aquí.» Así que, una vez entre en funcionamiento la nueva ley, la carga de prueba se invierte y será la persona denunciada la que deberá demostrar que no ha discriminado. Justificando, por ejemplo, por qué un empleado es despedido de una empresa justo tras presentar a su pareja en una reunión social.
Por eso UDC ha dicho que ellos están en contra del régimen sancionador y de la reversión de la carga de prueba, sobre todo en el ámbito educativo. ¿Y por qué están en contra? Probablemente porque para ellos que un chaval sufra en el colegio por ser gay o que una chica se acabe suicidando harta del acoso por ser lesbiana sea algo que se han buscado ellos mismos ¡que si quieren se pueden curar!, que ya lo dijo Duran i Lleida.
Así que me vuelvo a hacer la pregunta: ¿Por qué UDC y el PP están en contra de esta ley?
Porque es una ley que nos protege precisamente de ellos mismos y su ristra de declaraciones y acciones homófobas. Que si la pervivencia de la especie, que si la negativa a casar parejas de gays y lesbianas, que si las sandeces y faltas de respeto desde medios de comunicación que apoyan a estos partidos (y viceversa)…
Nada que nos sorprenda a estas alturas de la película.
Quedémonos con lo bueno, que la gran mayoría de grupos del Parlament se han puesto de acuerdo en casi todos los puntos de la norma y que, como ha dicho Joan Mena de ICV, se trata de un «gran paso adelante«. Ahora sólo falta que tanto esta ley como la gallega sirvan para que un gobierno decente (y no la panda de homófobos y carcas que tenemos ahora) se atreva a ponerle coto a la homofobia de una vez por todas.
Claro que lo que más nos gustaría es que esta ley no fuera necesaria.
¡Un besito al Foro de la Familia, HazteOir.org, La Gaceta y demás energúmenos que estáis viendo cómo se os acaba el chollo!