¿Te acuerdas del poli buenorro de Nueva York? Pues esperamos que sea más cuidadoso atrapando criminales que usando Instagram porque parece que se le ha colado una foto de rabo así como el que no quiere la cosa.
Hace un par de años las redes sociales se volvieron locas porque un cruasán señor estaba «muy bueno«.
¿Te acuerdas de Miguel Pimentel?

Como ya hice en su momento, utilizo las comillas en lo de «tío bueno» porque todos sabemos que la belleza es subjetiva y aunque si este señor viniera a mi casa a decirme que quiere hacerme suyo yo no le diría que no, también te digo que de señores que se han pasado con el clembuterol vamos muy servidos y que a mí tantísimo músculo me agobia un poquito.
El caso es que Miguel Pimentel se convirtió en una sensación online y fue bautizado como «el poli buenorro de Nueva York«. Y a Pimentel no le importó en absoluto que medio mundo le hiciera casito y sus fotos de Instagram empezaran a circular por todas partes. Básicamente porque cuando te haces este tipo de fotos con un slip rojo brillante:
Lo que quieres es que la gente te haga caso y te diga que estás muy bueno, por mucho que luego vayas a Espejo Público a decir lo mal que lo estás pasando por haberte hecho famoso sin querer y acabes fichando por un reality para ver si sigues haciéndote famoso.
Pun totally intended.

Bueno, a lo que iba. La revista Playgirl le ofreció a Pimentel 45.000$ por posar totalmente desnudo. Y recalco lo de «totalmente desnudo» porque desde Playgirl aclararon que la gente que lee la revista son hombres gais y mujeres heterosexuales que quieren carne. Pero Pimentel, que en ese momento tenía novia y ahora vete tú a saber, parece que acaba de cometer un error de principiante: publicar en Instagram Stories una foto de su rabo.
Te digo lo de que no sé si sigue teniendo novia porque si la tuviera ¿a santo de qué la foto empalmado y poniendo morritos?
El caso es que Pimentel ha explicado que no, que es un fake. En su cuenta de Instagram hay un texto en el que dice que se trata de Photoshop, que el de la foto no es él y le agradece al «hacker/catfish» que hiciera todo esto por hacerle más popular.
Pero hay un par de cosas que no acaban de encajar. La primera es que Pimentel, además de cambiarse su nombre de Instagram, ha eliminado todas las fotos del perfil en el que acumulaba más de 250.000 seguidores (ahora no llegan a 700). Si la foto no es real ¿pa’ qué borras todo tu perfil? ¿Porque llegan muchos seguidores «sexuales»? ¿Y qué eran los 250.000 de antes? ¿Filósofos? ¡Venga ya!
La segunda cosa que no acaba de encajar es que, aunque no se ve muy claramente… el tatuaje del brazo izquierda parece encajar totalmente con el de Pimentel. A ver, que no soy experto en tratamiento de imágenes ni en tatuajes, pero yo veo algunas líneas que están justo en el sitio en el que tienen que estar. Y photoshoppear algo así no es fácil, lleva mucho tiempo y mucho trabajo… Y nadie está tan aburrido como para ponerse a hacer la Gioconda del Photoshop por un señor que, reconozcámoslo, no conoce nadie.

Otra cosa es que me digas que la foto sí es suya, que alguien la ha filtrado a mala hostia y lo que han photoshoppeado es el menú de Instagram para poder decir que se le coló a él y no que se la habían robado o que era porn-revenge. Pero lo de borrar toda tu cuenta de Instagram es bastante sospechoso.
(También te digo que lo del fake lo he visto cuando ya tenía todo el artículo montado y me jodía un huevo borrarlo, así que me agarro a un clavo ardiendo si hace falta para justificar toda esta tontería. Ja.)
Sea como sea, si quieres ver la foto del supuesto pene de Miguel Pimentel, haz click en la imagen de aquí abajo. Sentimos comunicarte que en Estoybailando.com nos hemos vendido completamente al capitalismo salvaje y a partir de ahora ya no podemos publicar penes gratuitamente. Somos los primeros jodidos por esta decisión, pero teníamos que elegir entre vuestras pajas o pagar nuestras facturas.
