Pocas cosas hay mejores en la vida que el momento en que un chulazo se te planta delante y empieza a quitarse la ropa. Y las pocas cosas mejores son:
1.- Quitársela tú
2.- Que la ropa sea comestible y sepa a vodka
Y si encima el chulo que se está desnudando en toda tu cara lo hace por una causa benéfica y trae una sorpresa, mejor que mejor. Por eso te invito, querida amiga Piscis, a que le des al play al vídeo que tienes a continuación y disfrutes:
www.youtu.be/VYcNScPvUbs
Jack Eyers, que así se llama el maromo, es un entrenador personal y modelo de fitness que perdió la pierna a los 16 años por una rara enfermedad llamada Deficiencia Femoral Focal Proximal, una anomalía congénita que hace que el fémur de una pierna se desarrolle menos que el otro y sea más corto. Jack sufrió muchos dolores durante su adolescencia y aunque los médicos propusieron opciones para conseguir que la pierna creciera, el chico decidió que lo mejor era aprender a vivir con una pierna ortopédica.
Desde que perdió la pierna Jack decidió que no iba a dejar que la prótesis le jodiera la vida y se propuso mostrar al mundo que una discapacidad no tiene por qué hacer que dejes de vivir una vida normal. Y no sólo ha conseguido dedicar su vida a su pasión, el deporte, si no que una agencia de modelos le fichó en cuanto le vieron aparecer en la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de Londres.
Por eso Jack no dudó en colaborar con Scope, una ONG de Reino Unido que recoge ropa de segunda mano y dedica los beneficios de su venta a la ayuda de personas discapacitadas.
En una entrevista al periódico Mirror, Jack asegura que se siente más cómodo vistiendo pantalones cortos que unos tejanos: «Quiero que la gente la vea. Es una parte de mí. Así que ahora la enseño siempre«. Habla de la pierna, cerda.
En la misma entrevista Jack comenta que fue duro crecer con su discapacidad porque no tenía modelos en los que inspirarse y eso es, en parte, lo que pretende cambiar participando en la campaña de Scope. Jack sigue así la estela de Alex Minsky, el modelo que sufrió una amputación por una herida de guerra, demostrando que se puede ser feliz y estar buenorro a pesar de las putadas que la vida te pone por delante.