Hoy es ese día que las señoras (como tú y como yo) se ponen sus mejores galas, sus abrigos de chinchilla (porque el visón está pasado de moda), agarran su billetera (que el cash es más controlable que la Visa) y se van a las puertas de esos grandes almacenes a eso de las 7:30 de la mañana para socializar y esperar a que abran sus puertas.
Porque hoy, queridos maricas, empiezan las rebajas.
Yo se que vosotros, carne de app, sois más de las rebajas grindrianas on-line y que como sois tan vagas preferís comprar con un click antes de ir a cualquier tienda para compraros un trapito. O dos. O diez.
Pero cuando terminéis de leer este artículo sé, porque sois así de guarras, que vais a ir corriendo a cualquier tienda para comprar, comprar y comprar.
1: La entrada
Con un poco de suerte te encontrarás la cola llena de chulos deseosos de comprarse la última camiseta de lycra por 5,99€. Bueno, si el chulo en concreto va a por una camiseta de lycra a las rebajas, sinceramente no sabemos si has tenido suerte o no… Hay tejidos que ya no se llevan. Pero para gustos…
Ahí es cuando te tienes que meter en el «mogollón» y dejarte tocar, rozar, magrear. Que te agobias por la multitud de gente que hay, da igual, pide auxilio y que alguien te haga el boca a boca. Que has sido tan escurridizo que has sido capaz de ponerte el primero y la masa de gente te está aplastando contra los cristales de la tienda… pues mira chico, en peores situaciones te habrás visto frente a una almohada.
2: Selecciona
Mira las prendas y también la fauna y flora que allí se reúne para comprar. Tú también formas parte de ella. En fin, que entre que desdoblas un jersey y miras una camisa, también puedes ir haciendo ojitos con cualquier tío que merezca la pena. Ahí lo vas precalentando o calentando (según lo exhibicionista que seas). Lo de las miraditas también lo puedes acompañar de una sonrisilla o un «oye, me pasas esa camiseta de ahí«. Ten cuidado, porque te puedes embobar demasiado con el chulo en cuestión y empezar a coger ropa como si no hubiera un mañana. Debes recordar, querida amiga que nos lees, que en los probadores solo permiten meter 6 prendas (y una persona a la vez).
3: Probadores
Es muy buen sitio para ligar y rematar la faena. Si ya has hecho el contacto previo con alguno por la tienda, llévatelo a un probador y actúa. Si no, busca tras las cortinillas. Ahora no os hagáis las rubias pero… ¿Quién de vosotras no ha ligado con un chulazo en un probador? ¿Quién no se ha dejado la cortinilla abierta para que lo vean como se mira frente al espejo y pone esa cara de zorra-mala pidiendo guerra? El tonteo puede surgir en cualquier parte, pero en un probador, aun más. Nos quitamos la ropa, hay espejos, hay jugueteo… Por eso, querida amiga que nos estás leyendo ahora mismo, te aconsejamos desde la redacción que cuando vayas a las Rebajas, ve bien limpio y arregladito, no vayas a tener sustos innecesarios dentro del probador.
4: La cola
Estamos hablando de la fila que se forma frente a las cajas para pagar, no seáis cerdas. Tras lo que hayas hecho en los probadores, que sinceramente no nos importa, la cola está para socializar y recolocarte. En la cola también podrás ver qué te vas a comprar, porque tras el desahogo de los probadores ni te habrás enterado de lo que has elegido. Además, en la cola podrás afianzar lo que has empezado mientras te probabas los trapitos, es decir, le podrás pedir el número de teléfono al chulo en cuestión y preguntarle por dónde vive, en que trabaja y si fuma o no. Lo de activo y pasivo… Bueno, eso esperamos que lo hayas comprobado diez minutos antes.
5: Las devoluciones
Siempre es bueno que compres algo que no te vayas a quedar, ya que siempre es bueno volver a la tienda en cuestión para:
A) Volver a vivir la experiencia y poner en práctica los consejos que aquí te hemos dado
B) Tontear con los dependientes y cajeros de las tiendas donde has estado, ya que la gran mayoría son muy guapos y tienen el certificado de 100% maricas
IMPORTANTE:
El kit que tenéis que llevaros a las rebajas es el siguiente:
- Cartera con Visa o efectivo
- Calzoncillos limpios
- Condones
- Toallitas húmedas
Los demás juegues sexuales los dejáis para la siguiente cita.
Así que ya sabéis: olvidad la crisis y…
¡A COMPRAAAAAAAAAAAAARRRRRRR, MARICONES!!!