Los machirulos que nunca se ofenden por nada, se ofenden por la última campaña de Gillette contra la masculinidad tóxica.
Hace unos días, Gillette sorprendía al mundo con una nueva campaña publicitaria. Seguro que todos recordamos cómo solían ser sus anuncios, ¿verdad? Un hombre se afeitaba y, acto seguido, aparecía una mujer despampanante para tocarle la cara y maravillarse ante lo estupendo de su afeitado.
Eso se acabó.
En su nueva campaña, Gillette muestra varios escenarios de acoso (sexual, homófobo, bullying) y comportamientos socialmente asociados a la masculinidad. Y, con un grupo de hombres observando sin hacer nada, plantea la pregunta -que juega con el clásico eslogan de la marca-: «¿Es esto lo mejor que un hombre puede ser?«,
El cortometraje anima a los hombres a actuar cuando vean esa clase de situaciones, a que no permitan que el machismo y el acoso sigan siendo parte de nuestra realidad. Todo bien, ¿verdad?

Pues no. El vídeo no ha sentado nada bien en el lobby hetero y actualmente cuenta con un millón de dislikes, frente a medio millón de likes. Pero, ¿a qué viene tanto odio? ¿Cómo es posible que un vídeo que nos anima a ser mejores genere tanto rechazo?
Hay machirulos que han llegado al punto de destrozar y romper sus productos de Gillette para subir las fotos y los vídeos a las redes sociales. Eso sí, en muchas de las fotos podemos ver que las maquinillas están bien colocaditas en cubos vacíos, para poder sacarlas y seguir utilizándolas después de la foto.

Si el vídeo no ha gustado no es porque sea ofensivo ni porque ataque al hombre. Si la Campaña de Gillette ha gustado tan poco a los mismos que aplaudían la campaña de Campofrío, es por una sencilla razón: los machirulos (para variar) no lo han entendido.
O no lo han querido entender, que no queremos que ahora se ofendan y vengan a hacer lo del gif de ahí arriba y confirmen lo evidente.
La campaña de Gillette critica la masculinidad tóxica. Critica un modelo de hombre impuesto por la sociedad: el hombre duro, violento, acosador. Y no lo decimos nosotros, es algo que la Sociedad Americana de Psicología acaba de señalar como el gran problema del hombre heterosexual. La Masculinidad Tóxica, amiga. Pero el anuncio no critica la masculinidad en general, ni mucho menos es una crítica a los hombres en general. De hecho, las personas que intervienen para parar las situaciones de acoso que se ven en el vídeo (los buenos)… ¡sorpresa!, también son hombres.

El vídeo muestra a hombres evitando que otros hombres acosen a mujeres. A hombres protegiendo a niños que sufren bullying. A hombres separando a niños que se están pegando. Está elogiando conductas positivas de los hombres. ¿De verdad alguien puede ver esto como algo insultante para el género masculino?
Está claro que sí. Ahora, viendo lo que les molesta que les digan lo que no deben hacer aunque no lo hagan, esperamos ver las protestas de los que no se ofenden por nada cuando la DGT les diga que si beben, no conduzcan.