Estoy segura de que eres de los que eligen la ropa que lleva por el maniquí de cualquier tienda de barrio (o pueblo). Y yo, que soy una mujer muy a la moda, te quiero informar. Ser hipster ya no se lleva. Así que ya puedes decirle adiós a esa dependienta parca en amabilidad y sobremaquillada que, seguramente, fuera del uniforme es una garrula de barrio.
Y tú te preguntarás: ¿Qué es era ser hipster? Pues ser hipster era, básicamente, tirar por todo lo independiente y/o alternativo. Es decir: bigotes, barbas rollo talibán, rapados a varias alturas y ropa sacada de la sección de básicos de Hennes & Mauritz (H&M para los mortales).
Eso ya no se lleva, amiga.
La nueva moda es ser «twee«, un vocablo inglés derivado de «sweet«, pero tal y como lo diría un bebé. Y tú, que eres tirando a encefalograma plano persona normal, pensarás: ¿Y qué diferencia hay? Pues los twees miran al futuro con un ojo en el pasado, como Leticia Sabater. Pero para ser twee no sólo vale con un corte de pelo, no; hace falta demostrar un amor desmedido por la cultura y por todo lo que tenga que ver con ella: la filmografía de Sofia Coppola o Wes Anderson, Zooey Deschanel o la música de Belle & Sebastian son algunas de las referencias culturales de los twees.
Resumiendo: A partir de ahora toca ser redicho, cultureta, simpático, educado, comprometido, sensible y nada engreído. Nos tienen que gustar las cervezas locales, las galletas artesanales, las mermeladas caseras, la estética aniñada, el cine de culto, las verduras biológicas y los animales.
Y ¿por qué?
Porque todo esto lo ha dicho Marc Spitz en un nuevo libro: Twee: The gentle revolution in music, books, television, fashion and film (Twee: La apacible revolución en la música, la literatura, la televisión, la moda y el cine), que se acaba de poner a la venta en la Teletienda.
Según Spitz los hipsters van de guays, se creen mejores que los demás, pasan total del medio ambiente y se pegan unas fiestas que ríete tú de Paris Hilton. Pero un twee es una mujer sensible, recicla, visita a su abuela, sigue teniendo amigos de la infancia (sean imaginarios o no), respeta a otras tribus urbanas como los geeks o los nerds (pero desprecia pacíficamente a los hipsters), tiene el carnet del Bicing y lo usa mucho y es fans (en plural) de según qué páginas webs.
Por desgracia no creemos que los twees sean fans de Estoy Bailando porque estos seres pueden llegar a sentirse muy identificados con el concepto de la «virginidad« y… Mira, por ahí sí que no pasamos.
No contento con todo esto, el autor identifica a Walt Disney como uno de los precursores de este movimiento: «La estética twee nace después de la Segunda Guerra Mundial, cuando gente como Walt Disney apostó por la fantasía«.
A
Errebeene Ariel no le gusta esto
Yo he hecho ya un repaso a toda mi chorboagenda mi ropa la gente que conozco y creo que más de uno se sentirá identificado con los twees estos. Así que ya sabéis: si sois pastelosos y culturetas y os gusta Leticia Sabater ya podéis ir cambiando vuestro estado de Grindr que ya no sois hipsters.
Ahora sois twees.