El diario The Guardian ha tenido acceso a las nuevas normas de moderación locales que TikTok pretendía implantar en países como Turquía y son un desastre.
Una de las cosas malas que tiene vivir en el siglo XXI es que hemos sido todos tan imbéciles que nos hemos tirado de cabeza a depender y regalar contenido a plataformas a las que, en realidad, les importamos muy poco como seres humanos. La última red social en demostrar que de red tiene mucho pero de social bastante poco ha sido TikTok, la app que espero que todos conozcáis porque si tengo que explicarte yo qué es lo llevas claro. Amiga.
El diario británico The Guardian ha tenido acceso a las nuevas guías de moderación que la plataforma iba a empezar a aplicar en algunos países, dada la intención de la compañía propietaria de TikTok, ByteDance, de mejorar la moderación de la app en algunos mercados locales. Es decir, que estas nuevas normas se suman en diferentes territorios a las normas de moderación generales de la aplicación.
Según ha podido descubrir el periodista Alex Hern, este nuevo set de normas viene en dos versiones. La «estricta» que se usará en países de moralidad muy conservadora, que básicamente endurece la censura respecto a la desnudez o las groserías; prohibiendo «nalgas parcialmente desnudas» (adiós, tangas), escotes de «más de 1/3«del total del pechamen o un post sobre, por ejemplo, las compresas femeninas.
La otra versión es una individualizada para diferentes países. Por ejemplo las normas turcas de TikTok prohíben el contenido sobre el separatismo kurdo y las bromas o críticas de varias figuras políticas del país. Eso ya es ilegal en España Turquía, pero es que también han prohibido cosas que no son ilegales como, por ejemplo, mostrar consumo de alcohol o imágenes de «dioses no islámicos«. Pero la sección que se lleva la palma es la que se refiere a contenido LGTB+, prohibiendo muestras de «actividades íntimas« (como cogerse de la mano, un beso o los tocamientos), contenido que enseñe «información sobre grupos homosexuales, incluyendo noticias, personajes, música, seres o películas» e incluso el contenido sobre la «protección de derechos homosexuales« o que «promueva la homosexualidad«.
Cosas que, en Turquía (aunque no lo parezca) no son ilegales.
Desde TikTok han emitido un comunicado aclarando que esas directrices ya no se están aplicando (según parece la plataforma lleva meses enfrascada en follones sobre este tema -y lo que te rondaré, morena-) y han asegurado que son una plataforma «para la creatividad, comprometida con la igualdad y la diversidad«.
«Nuestra plataforma ha experimentado un rápido crecimiento en Turquía y otros países, y mientras crecemos estamos constantemente aprendiendo y refinando nuestras herramientas de moderación. Las directrices sobre contenido LGTB+ en Turquía a las que se hace referencia y no están en uso, y hemos hecho progresos significativos estableciendo un enfoque localizado más robusto. Aún así reconocemos la necesidad de hacer más y estamos trabajando activamente con terceras partes locales y con consejeros independientes para asegurar que nuestros procesos son apropiados.«
El drama de la moderación en TikTok viene de lejos. El propio diario The Guardian publicó hace un tiempo que TikTok había decidido que ante el contenido que incluyera a menores de forma sexualizada (con ropa provocativa o realizando bailes sensuales), si existía alguna duda sobre la edad de la persona se le trataría como a alguien mayor de 18 años. Eso provocó el cabreo de las asociaciones que luchan por la seguridad de les menores online, lo que llevó a la compañía a cambiar su forma de trabajar y tratar a las personas como menores de 18 años si dudaban sobre su edad.
