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Un estudio de la Universidad de Edimburgo sugiere que los hombres que tienen sexo con hombres pero no viven su sexualidad de forma abierta tienden a subestimar el riesgo de contraer VIH.
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Estos hombres tienen más probabilidades de contraer el VIH de otro hombre en su misma situación que de un hombre abiertamente gay o bisexual.
Dijo la filósofa, trendsetter y representante de artistas Paquita Salas que «maricones ha habido toda la historia de la humanidad«. Y añadió: «¿Por qué no puede haber un maricón en Puenteviejo? ¡¡El secreto de Puenteviejo!! ¡¡EL SECRETO!! ¡¡PUES ÉSE ES EL SECRETO!!» efectivamente maricones ha habido toda la historia de la humanidad y los seguirá habiendo. Igual que habrá señores a los que les gusta el sexo con otros señores que nunca reconocerán lo que les gusta una buena poLLA.
Creo que eso de las mayúsculas para cortar palabras funciona de otra manera. Es igual.
La forma en la que lleves la privacidad sobre tus relaciones sexuales solo te afecta a ti y a la persona con la que estés jincando, obviamente; y aunque obviamente también llevarlo en secreto no añade un plus de riesgo a tus prácticas sexuales resulta que un estudio de la Universidad de Edimburgo con queso ha revelado que los hombres que no se muestran abiertos sobre su sexualidad (y tienen sexo con otros hombres que hacen lo mismo) subestiman el riesgo de contraer el VIH el uno del otro (o viceversa).
Hace tiempo me metí (por fines puramente periodísticos) en un foro sobre sexo (PERIODISMO) y había un hilo escrito por «heteros curiosos» (MÁS PERIODISMO) en los que más o menos todos los mensajes eran: «Soy hetero, pero fantaseo con comerme una polla, pero tengo novia así que tendría que ser con otro hetero en mi misma situación y 100% discreto«.
Detectar que esos mensajes los escriben señores gais sin novia que quieren zumbarse a un hetero es más fácil que encontrarse a Los Javis en… cualquier sitio. Pero es cierto que muchos hombres en esa situación prefieren hacer manitas con señores en su misma situación. ¿Y cuál es el problema? Que a esos señores a los que tanto les gusta jugar al teto escondite no les están llegando los mensajes de salud pública que deberían llegarles; lo que hace que se reduzca su nivel de alerta frente al VIH (y otras ITS). ¿Por qué? Pues porque los mensajes de prevención y salud o no les llegan o les entran por un oído y les salen por el otro.
Para realizar el estudio lo que ha hecho el equipo de científicos de la Universidad de Edimburger Kingo, dirigidos por el doctor Andrew Leigh Brown, ha sido investigar entre mogollón de datos anónimos archivados para analizar el código genético de las muestras del virus tomadas a 60,000 personas VIH+ en Gran Bretaña.
Una vez hecho ese análisis, los investigadores crearon una serie de redes que enlazaban las infecciones para comprobar cómo se había ido transmitiendo la misma cepa de una persona a otra.
Se da la circunstancia de que este mismo equipo de investigadores había descubierto, en otra publicación anterior, que el 6% de los hombres VIH+ que se identificaban como heterosexuales cuando fueron diagnosticados habían contraído el virus al tener sexo con otros hombres. Al seguir investigando y analizando y comparando los científicos llegaron a la conclusión de que los hombres gais y bisexuales que aún están en el armario tienden a tener menos parejas sexuales y, generalmente, suelen tener sexo los unos con los otros (los que están en el armario, se entiende). Un comportamiento que, a juicio de los investigadores, implica que algunos de ellos están subestimando el riesgo de contraer el VIH.
«Los hombres en el armario que tienen sexo con otros hombres tienen más posibilidades de infectarse unos a otros que de hacerlo por un hombre abiertamente gay; y tienen menos posibilidades de estar al tanto de los riesgos» concluye el Dr. Andrew Leigh Brown de la Escuela de Ciencias Biológicas de dicha universidad, «Los resultados muestran que los mensajes de salud pública deberían dirigirse específicamente a este grupo abandonado. También muestra que los estudios a gran escala de datos médicos pueden llevarse a cabo sin poner en riesgo la privacidad de cada individuo«.
En conclusión: usad el condón. Y si en vuestro país o región se está empezando a administrar la PrEP, informaos sobre ella y si os va bien os la tomáis. Y USÁIS EL CONDÓN.
Fuente | Pink News