El vídeo de Rain On Me de Lady Gaga + Ariana Grande ya ha llegado y demuestra que el mamarrachismo y la fantasía jamás pasan de moda.
Después de haber visto doscientas cuarenta y tres unas cuantas veces el videoclip de Rain On Me de Lady Gaga con Ariana Grande, en la redacción de Estoy Bailando La Súper Queer tenemos claras dos cositas:
1. Que la Germanotta hace lo que le sale del coño
Y no ya en el propio vídeo, que eso ya lo sabíamos. ESTEFANÍAAAAAA hace lo que le sale de ahí incluso con el lanzamiento del vídeo. Ayer dijo que lo sacaba al día siguiente del lanzamiento del single (o sea, hoy), pero unas horas más tardes decía que no, que en cuanto durmiera la mona se despertara de la siesta ya lo tendríamos en Youtube. Porque ella no hace un lanzamiento mundial con esta cara de llevar 4 días en el cuarto oscuro de la Metro.
2. En la redacción no sabemos aún si nos gusta o nos horroriza
Imaginad el sarao de ayer por la tarde: unos aplaudiendo desde los balcones, los fachas con las cazuelas, y nosotras tirándonos pelucas y zapatos (que iban a parar de rebote por la ventana) porque no había manera de ponerse de acuerdo en si sacar un artículo diciendo que era lo más o uno diciendo que Lady Gaga está acabada.
Al final decidimos que no hay nada que no solucione un buen pollazo una buena sesión de meditación. Y por eso me puse mística y decidí que como Chromatica es el sexto álbum de Gaga, voy a explicaros los que para mí (que soy el que escribe y, por lo tanto, el que manda) son los 6 MOMENTOS MÁS CUADRO DEL VÍDEO DE RAIN ON ME
1. Resacón en Chromatica
Estefanía aparece tirada en el suelo, hecha una esvástica compresa, y -por si no te has dado cuenta- con un dildo puñal tamaño XXL clavado en el muslo. Salvo por el inquietante detalle del puñal podríamos pensar que en el vídeo nos espera una curiosa mezcla cyberpunk de Sailor Moon meets Power Rangers. Que es lo único que estamos sacando en claro de toda esta etapa de Chromatica porque para qué te lo va a contar ella mantiene el misterio.
Es una imagen que deja bien clara una cosa: que preparemos nuestros cuerpos porque cuando acabe el vídeo te vas a quedar así tal cual. Ya sea para bien o para mal.
Aunque en la redacción alguno insiste en que Gaga está ejecutando una performance renacentista de nuestros domingos de resaca máxima, con el puñal simbolizando el dolor físico de tanto perreo porque ya estamos viejas (o no) para tanto fiestón.
2. CroMALtica
Hay que tener mucho cuidadito con recortar en presupuesto en tus vídeos, porque luego todo se nota querida. La lluvia dorada en el vídeo de una canción que se llama Rain On Me no puede ser metafórica: es obligatoria. Y si eres el productor pues además te va genial para recortar pasta usando cromas. Porque así no se nota, maricón. ¡Quizá eso sea lo que signifique realmente Chromatica! Production values!
Pero entonces no me suavices el efecto de la lluvia en otros planos, marichocho . ¿Me explicas ese contraste entre comas aceptables y otros que cantan visualmente todo tu disco, pero en turco?
A no ser que esa sea tu intención: que ese omnipresente look cutre de principios de los 2000 también se refleje en la calidad visual del vídeo. En ese caso, prueba medio superada, porque para captar completamente la esencia cani de esa época, ¡aún te queda por meter el bullet time!
3. Momento pelazo
Este momentazo capilar que sabéis que le han robado a La Pelopony es una maravilla porque, desgraciadamente, no se vuelve a repetir. Esa unión entre dos mujeres conscientes de estar ante un muro verde plano icónico, dispuestísimas a enfrentarse a un enemigo común. Porque unidas y con pelazo digital podemos contra este virus todo.
Podrían haber explotado ese rollito Sailor Moon en plan darks muchísimo más, pero no. A Gaga le duele en la VISA cuatro planos más de pelazo CGI. Si hasta ha reaprovechado la coreografía de Stupid Love:
4. Los looks
A estas alturas de la movida todas sabemos que Gaga es capaz de ofrecer «mejores» looks (o al menos más impactantes). ¿Pasarán los looks de este vídeo a la historia del POP? No tengo ni la más remota idea. Pero esos makeups sí pasan nuestro sello de absolute iconic. Las verdaderas Mariqueers Little Monsters ya habréis conseguido emularlos y hasta habréis subido fotos e historias en vuestro Instagram. Tik Tok si aún no os rechinan las rodillas.
La sospecha en esta redacción es que las penurias económicas de Gaga son REALES y por eso este vídeo no es más que un spot de Haus Laboratories (su empresa de cosméticos). Está todo calculado.
5. Chromamarracha
¿Que en el vídeo de Stupid Love te pareció que faltaba todo el vídeo mamarrachismo? Pues en Rain On Me, los tenemos por un tubo.
Esa lluvia de dildos puñales que nadie explica, porque ¡¡surrealismo!! Esa Gaga gigante recién salida del mundo de Alien (que ya lo hizo en el tour de Born This Way, pero la queremos igualmente). Ese diseñador de vestuario que comenzó su carrera haciendo estallar Bershkas y llamando Años 90 al resultado: que si unas alas; que si unas plataformas imposibles que parece esto Chueca 2001; que si cadenas de las malas del H&M que provocan sarpullidos; que si correas, arneses, cuero y hasta bolsas de basura.
Pues todo ese terrorismo estilístico es bienvenido en esta fantasía pseudo Kpop inexplicable sobre bukkakes lluvia mono-chromatica.
6. Ellas
Al final, pese al mamarrachismo y los conceptos que van, vienen, y nunca volverán, ellas son las protagonistas.
En Telephone, Gaga y Beyoncé terminaban su viaje de glamour y venganza más juntas que nunca. En Rain On Me, Estefanía y Aitana Ariana, amígas íntimas y mejores personas, acaban el vídeo contentísimas de haber hecho llorar a una Gaga del tamaño de la Sagrada Familia. Y se volvieron a casa con la sensación del trabajo bien hecho en su cruzada por salvar la música POP.
¿A quién no le va a gustar un baptisterio derrocar al heteropatriarcado mientras bailas con las amigas y te cambias de modelito cada 10 segundos? Es el plan definitivo, tías.
Porque al final, Rain On Me va de eso: ¿Que estoy hecha una mierda? Pues unas amigas, unas copitas, y a pasarlo bien que estamos vivas. Claro que sí. Que te pilla en mitad de una pandemia y no puedes ni salir a tomar el aire, eso es lo de menos. Cuando volvamos a las discotecas querremos bailarla (los que nos acordemos de ella…)
Y no llaméis a la policía (que solo nos faltaba otra una demanda de Gaga), pero el vídeo es, en realidad, un remake barroco de la mítica escena de La ley del deseo de Pedro Almodóvar, en la que Carmen Maura era regada viva porque la vida puede y debe ser así de maravillosa.
