PUES CLARO.
Si en alguna de las setecientas cenas y comidas familiares de estas pasadas fiestas has debatido con algún familiar sobre el machismo, la masculinidad tóxica y el privilegio… Lo sentimos. De verdad. El año que viene comes con nosotros. Pero si lo has hecho, puede que tu cuñao te dijera que todo eso son inventos de las feminazis.

Bueno, pues que se lo diga a la Asociación Americana de Psicología, que acaba de publicar una guía titulada «Directrices para la Práctica Psicológica con jóvenes y adultos» en la que dejan bien claro que la Masculinidad Tóxica no solo existe, si no que es tremendamente perjudicial para el propio hombre.

Como a lo mejor le quieres enviar esto a tu cuñao, voy a usar palabras sencillas. Guiño, guiño. La guía explica, por ejemplo, que «la ideología de la masculinidad» es toda una serie de ideas y conceptos (descriptivos, prescriptivos y proscriptivos) sobre lo que implica ser niño o ser hombre; y «aunque hay diferencias entre ideologías de la masculinidad, hay una constelación particular de ideas que predominan sobre largos segmentos de la población«.
Para tu cuñao: la masculinidad no es mala, la masculinidad tóxica sí.
Añade la AAP que la masculinidad tradicional suele incluir «estoicismo emocional, homofobia, no mostrar vulnerabilidad, confianza en uno mismo y competitividad«; una ideología que, a la larga, tiene un impacto tremendamente negativo en el desarrollo psicológico de los hombres porque «limita su comportamiento y resulta en tensión y conflicto por el rol de género, y afecta negativamente a su salud mental y física«.
Para tu cuñao: la homosexualidad no es mala para la salud, la masculinidad tóxica sí.

La publicación de la Asociación Americana de Psicología afirma también que criar a un niño bajo una noción de la masculinidad que «enfatiza la agresión, la homofobia y la misoginia» puede derivar en que esos chavales acaben reproduciendo comportamientos disruptivos como el bullying, la homofobia o el acoso sexual.
Para tu cuñao: en vez de tener al niño jugando a la Play y convirtiéndose en el próximo Torrente mientras él insulta a las feminazis mirando el iPad, que lo mande a hacer deporte o aprender a tocar un instrumento o algo que al chaval le apetezca hacer.

Jared Skillings, de la Asociación Americana de Psicología, ha explicado a la prensa norteamericana que esta guía se ha realizado para ayudar a los especialistas en salud mental a tratar los problemas que encuentren en hombres (niños, adolescentes y adultos). Y es que, como explica Stephanie Pappas, también de la AAP: «Los profesionales de la salud mental tienen que poner su objetivo en reducir la agresión y la violencia y entender los precursores al abuso de sustancias o al suicidio. Deben animar a los hombres a proteger su propia salud. Y deben ofrecer servicios que sean sensibles con la socialización bajo la que se han educado los hombres; mientras luchan contra la homofobia, la transfobia, el racismo y otros tipos de discriminación.«
Para tu cuñao:
