Una entra a ver la película Rock the Kasbah con la nariz arrugada porque no sabe muy bien lo que se va a encontrar. Por un lado encabeza el reparto Bill Murray, que es toda una garantía, pero el film lo firma Barry Levinson: una señora muy muy cursi que para una servidora no hace nada digno desde Rain Man (1988).
Pero el argumento de Rock the Kasbah es prometedor: Un productor musical muy muy mediocre se va de gira a Afganistán, (sí, nenas, ese país lleno de talibanes que está por Asia y que si vas te dicen de todo menos bonita). Pues una vez allí al pobre lo dejan tirado, y entre burka y burka y tiro porque me toca va el hombre y descubre a una chica del mismo Kabul que canta muy bien y decide presentarla a un concurso de televisión rollo American Idol pero a la afgana.
Afganistán + mujer + mujer que canta + mujer que canta pop occidental + mujer que canta pop occidental en inglés + mujer que canta pop occidental en inglés y en televisión + mujer que canta pop occidental en inglés y en televisión y a cara descubierta = Drama o despiporre.
Y es más lo segundo.
¡Y encima sale Kate Hudson!
Pintaza.
Y empieza la película.
Y oye, que la cosa parece que va muy bien. Todo parece que transcurre como tiene que transcurrir y te vas topando con una serie de personajes y diálogos que hacen que te diviertas y te rías en la butaca. Toda la primera parte de la película es un delirio constante plagadito de gags que te saca buenas carcajadas.
Y las interpretaciones son todas fantásticas. Aquí hay que reconocerle a el señor la señora Levinson que ha hecho un trabajo estupendo y que todos sus actores están para comérselos. Del primero al último. En especial el señor Murray, que protagoniza una película hecha completamente a su medida.
Pero si a ti todo esto te da igual y además eres mariquita tienes toda una galería de chulazos, maromos y osazos que te harán desear pillar un avión a ese país (ese que ahora no te acuerdas cómo se llama) nada más salir del cine. Y aunque tengas que arriesgar tu propia vida en atentados con motos bomba a ti te dará igual porque en esos momentos estarás siendo empotrada en algún hotelito de Kabul por alguno de esos hombretones que sólo existen en Afganistán.
¿Qué no te gustan los osazos cachas enormes llenos de pelos rollo peli porno de Colt? ¡No te preocupes, cari! También tienes, como buena fetichista y guarra que eres, a soldados americanos. Y encima depilados, rubios y cachas como Taylor Kinney, el maromo de Lady Gaga. ¡No te quejarás, bonita!
O si te gusta el pelo, pero no rollo felpudo, tienes a chulazos malotes como Scott Caan (sí, el rubio cachas de Hawai 5.0), que hará que arañes y muerdas tu butaca.
Y si eres de las clásicas, y además te van los maduritos, tienes a Bruce Willis muy guarro y sudadito. Como a ti te gusta.
Así que tienes de todo, un surtidito bien variao.
¿Se puede pedir más?
Pues te voy a alegrar porque sí hay más: Rock the Kasbah está lleeeeena de referencias a todas la grandes divas del pop. Porque aunque se titule Rock the Kasbah, y haya alguna referencia al rock, casi todas las referencias y chistes giran en torno al pop. Así que si a todos los chulos de antes le añades guiños constantes a Madonna, Cher, Celine Dion, The Bangles, Shakira o Christina Aguilera no sé tú, cariño, pero yo de ti hoy mismo me iba corriendo al estreno porque te vas a poner bien cerda las botas.
Así que si no eres cinéfila, tranquila.
Y si no te interesa el argumento, tranquila también.
Como ves el señor la señora Levinson ha pensado especialmente en ti, querida amiga.
Y a partir de aquí ya puedes dejar de leer porque voy a hablar de CINE.
¿Pero qué pasa para que una película con tan buenos ingredientes y un arranque tan prometedor empiece a perder enjundia?
Para empezar tiene un grave problema de guión. La historia tiene un objetivo muy claro: Bill Murray tiene que encontrarse con la chica afgana de la voz prodigiosa y así poderla presentar al concurso. Y lo malo es lo que se tarda en llegar hasta ahí. Y cómo se llega.
Se hace eterno y pesado (siempre desde el punto de vista de guión, claro).
Está claro que en cualquier historia es necesario la aparición de ciertos personajes que te ayuden a que la trama se desarrolle. Lo malo es cuando esos personajes están metidos en el guión con calzador.
Personajes de recorrido muy corto a los que se les da mucha importancia en el momento en el que aparecen, para que uno crea que son fundamentales en la historia, pero que tan pronto aparecen, desaparecen.
Y no cuelan, claro.
Como le pasa, por ejemplo, al personaje de Kate Hudson. Podría haber estado o no y la película habría llegado igual, por otros caminos, a su objetivo final. De hecho poner a Kate Hudson es un “engaño máximo” porque piensas que tiene un peso fundamental en la trama y en el cartel y no es así. Todos los personajes, salvo el de Bill Murray y la cantante afgana, son adorno, floritura y mero instrumento para poder contar la historia. Ninguno está del todo bien integrado y, aunque cumplen su función, no dejan de ser un pegote.
Y el otro gran error de la película, también de guión, es cómo se resuelve la parte final. No voy a hacer spoilers. Tranquilas que no voy a decir que finalmente la niña va a la tele y que toda una cultura y una religión tan tremendamentes machistas terminen bailando el chuminero gracias Cat Stevens (cantante yanqui de los 70’s convertido al islam) aunque las bomabardeen vivas, no.
La lástima es que una historia que al principio parece que tiene un puntito original y no demasiado convencional termina cayendo en el topicazo más grande. Y se resuelve de la manera más “americana” posible y, por lo tanto, menos creíble de todas. Lo que podría haber sido, deja de serlo, y todo lo construido hasta el momento, se desmorona por si solo.
Error de guión o acojone de los productores y marcha atrás: “Que sí, que hacemos chistes de musulmanes, de terroristas, de la guerra y esto no tiene que confundir a nadie y que se sepa que todo el mundo es bueno, que lo hacemos de buen rollo, que todo el mundo tiene corazón, y que los americanos somos muy comprensivos y muy guays con el mundo musulman, y aquí no ha pasado nada no vaya a ser que alguno se mosquee y nos meta un petardazo. Así que final feliz y contentos todos”.
Que el señor la señora Levinson ya estaba encerrada en su casa con los sofocones. Agobiada. Acojonada.
Pues eso.
Pero oye, que a pesar de estas pegas, una puede afirmar que se trata de una película muy digna, muy divertida, sorprendente y, por encima de todo, muy entretenida.
¡Disfrútenla!
Título original: Rock the Kasbah
Fecha de estreno: 4 de marzo
Año: 2015
Duración: 100 min
Director: Barry Levinson
Guión: Mitch Glazer
Reparto: Bill Murray, Bruce Willis, Kate Hudson, Zooey Deschanel, Leem Lubany, Arian Moayed, Scott Caan, Danny McBride, Fahim Fazli, Jonas Khan, Sameer Ali Khan,Taylor Kinney