Ellen DeGeneres se disculpa ante el equipo de su programa, bajo investigación por las duras acusaciones que señalaban a un ambiente laboral tóxico, y se rumorea que podría estar pensando abandonarlo para salvar su «marca personal»
Lo del show de Ellen DeGeneres está siendo como ver un choque de trenes a cámara lenta. Y casi literalmente. La publicación de un artículo en Buzzfeed en el que varias personas que trabajaban en el programa (y alguna que aún lo hace) hablaban sin tapujos de un ambiente laboral lleno de racismo, acoso y toxicidad, marcó el comienzo de un auténtico festival de escándalos y acusaciones que raro será no terminen con la carrera de más de uno y con el propio programa despidiéndose para no volver jamás.
Poco después de que esas acusaciones salieran a la luz desde WarnerMedia y la productora Telepictures anunciaron una investigación interna para determinar la veracidad de las mismas y determinar si el entorno laboral en el programa era tan chungo como lo pintaban. Pero como te he dicho antes, esto es un festival de escándalos ¡que acaba de empezar! Y a los testimonios publicados por Buzzfeed no tardaron en sumarse varios más que van desde acusaciones de acoso sexual en el trabajo hasta relatos del más que extraño comportamiento de Ellen.
Varios ex-trabajadores señalaron a tres productores del programa como acosadores sexuales. Kevin Leman, productor ejecutivo y principal guionista del programa, ha negado las acusaciones; pero los ex-trabajadores aseguran que de vez en cuando le sobaba el paquete a más de un trabajador, usaba el sarcasmo para soltar comentarios sexuales muy inapropiados y que colaran como «broma» e incluso le habría pedido a un empleado que le hiciera una paja o una mamada durante una fiesta del equipo en 2013. «Empecé en Ellen como asistente hace 17 años y he dedicado mi carrera a conseguir llegar a la posición en la que estoy«, se ha defeniddo Leman, «Aunque mi trabajo como guionista es inventar bromas -y durante ese proceso a veces cruzamos algunas rayas- me horroriza que algunos de mis intentos de humor hayan causado ofensa.«
Otro productor, Jonathan Norman, ha negado que se dedicara a agasajar a empleados para luego intentar hacerles una mamada. Y a Ed Glavin, otro productor ejecutivo que no ha hablado sobre el tema, le acusan de tener «reputación de tocón» con las mujeres y de usar «tácticas de intimidación«, como volcar mesas y liarse a gritos con los empleados.
Aunque WarnerMedia y Telepictures no han hecho totalmente públicos los resultados de las decenas de entrevistas realizadas a miembros del personal, han explicado que «aunque no todas las alegaciones han podido ser corroboradas, nos decepciona que los primeros resultados de la investigación apunten a algunas deficiencias relacionadas con la producción diaria del programa. Hemos identificado varios cambios en la plantilla, así como medidas apropiadas para solucionar los problemas que han surgido, y estamos tomando los primeros pasos para implementarlas«. The Hollywood Reporter apunta a que uno de los primeros que desaparecerán del programa es Ed Glavin, que parece que acumula el mayor número de quejas.
Ante este panorama, y a pesar de que ninguna (o casi ninguna) de las acusaciones más serias van dirigidas a Ellen directamente (sí la acusan, por ejemplo de no saludar a sus empleados o de obligar a alguien a darse una ducha o mascar chicle si le molestaba el «olor» de esa persona), su silencio empezaba a ser cada vez más incómodo y finalmente envió una carta a todos los empleados del programa pidiendo disculpas. «El primer día de programa le dije a todos en nuestra primera reunión que The Ellen DeGeneres Show sería un lugar de felicidad. Nadie alzaría su voz y todo el mundo sería tratado con respeto. Obviamente algo ha cambiado, y me decepciona saber que no ha sido así. Y por eso, lo siento. Todo el que me conoce sabe que es lo opuesto a lo que creo y a lo que esperaba que fuera nuestro programa.»
«Mi nombre está en el programa y en todo lo que hacemos y me responsabilizo por ello. Junto a WarnerMedia hemos comenzado una investigación interna inmediatamente, para corregir los problemas. Al haber ido creciendo exponencialmente no he sido capaz de supervisar todo y he relegado en otros para que hicieran su trabajo como sabían que quería que lo hicieran. Claramente algunos no cumplieron. Eso cambiará ahora que estoy comprometida a evitar que esto vuelva a ocurrir«, explicaba la presentadora en su carta de disculpa, que cerraba con varias referencias a su vida personal: «Estoy descubriendo que algunas personas que trabajan conmigo y para mí hablan en mi nombre y falsean quién soy y eso tiene que parar. Como alguien que ha sido juzgada y casi lo pierdo todo por ser quien soy, entiendo de verdad y siento profunda compasión por aquellos a los que se mira de forma diferente, o se trata de forma injusta o, peor, se les rechaza. Pensar que alguno de vosotros se ha sentido así es horrible para mí.«
Pero muchos de los empleados del programa no han aceptado las disculpas de la presentadora.
«No penséis ni por un minuto que lo que ha dicho en esa disculpa significa algo. Ella creó y permitió que esa cultura tóxica perdurara tanto tiempo. Si alguno hubiera ido a quejarse a ella o a esos tres productores a quejarse, lo habrían despedido«, ha confesado uno de los empleados al Daily Mail.
Los rumores de que Ellen no es tan simpática como parece y resulta muy complicado trabajar con ella han ido cogiendo fuerza en los últimos días, hasta el punto de que el presentador australiano Neil Breen, que la entrevistó hace unos años, ha explicado cómo el equipo de Ellen manejó todos los hilos de la entrevista y le prohibieron expresamente hablar o mirar a Ellen directamente a la vez que reían escandalosamente cada vez que la presentadora hacía una broma (hasta el punto de que tuvieron que pedirles que no se rieran tan fuerte que interrumpían la grabación) «No culpo a Ellen… ¡porque ni siquiera pude hablar con ella! No me lo permitían.», ha dicho Green en un podcast, «Así que no sé si es una persona agradable o no. Pero puedo decirte que la gente que trabajaba con ella iba pisando huevos todo el rato, y todo el tema era rarísimo. O sea, vamos a hacerle una entrevista para que promocione lo que está haciendo… ¿pero no puedo mirarla?«
¿Significa esto que al programa de Ellen le quedan dos telediarios? Eso parece. Y es que aunque desde el equipo de producción del programa insisten en que «nadie va a ser cancelado«, todo apunta a que nadie quiere seguir aguantando la patata caliente. Algunas fuentes de Telepictures aseguran que es la propia Ellen la que quiere finiquitar el programa para así «recuperar su marca personal«, como ya ha comunicado a los ejecutivos de la productora. Esas mismas fuentes, publicadas por el Daily Mail, dan por hecho el fin del programa porque ni en Telepictures quieren seguir con el tema: «En Telepictures ya se han cansado de ella. Ya no es rentable. Y además es un fraude que no practica lo que predica. El comportamiento de los ejecutivos de su programa ha sido lamentable, pero ella no es mejor. De hecho, es peor. Es increíble que intente vender que esto le pilla por sorpresa. El pez se pudre desde la cabeza, y Ellen es la cabeza«, asegura esa fuente de la productora. «Ahora siente que no puede seguir y que la única forma de recuperar su marca personal es acabar con el programa. Lo cierto es que ella sabía lo que estaba pasando. Es su programa. La responsabilidad es suya. Puede culpar a todo ejecutivo que encuentre, pero al final Ellen es a quien hay que culpar.«
Habrá que ver cómo acaba este show. Nosotras, por si acaso, ya hemos pedido las palomitas.