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Un estudio de la Universidad de North Texas estima que los hombres que usan Tinder son más propensos a tener bajos niveles de autoestima y sienten mucha vergüenza de sus propios cuerpos.
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Tanto hombres como mujeres que usan apps de ligue suelen verse más presionados para mantener una imagen física determinada y, además, son más propensos a juzgar la de los demás.
¿Qué es lo primero que haces cuando llegas a un sitio? No respondas. Abres el Grindr. ¿Y cuando estás en un bar con unos amigos tomando algo? Abres el Grindr. ¿Y cuando acabas de salir de casa del tío al que conociste por Grindr y acabáis de echar un polvo? Abres el Grindr.
Y ni se te ocurra decirme que no lo haces, que nos conocemos. Y no quiero estar solo en este páramo de desesperación que es la vida.
Sea como sea, está claro que las apps de ligue tienen un efecto más que evidente en nuestra forma de socializar, de relacionarnos y, por lo tanto, lo tienen también en la percepción que tenemos de nosotros mismos. Incluida la percepción que tenemos de nuestros cuerpos y la presión que sentimos para que sean cuerpos «perfectos». Sí, lo sé: no es la primera vez que oímos hablar de esto. Pero ahora un nuevo estudio ha señalado que los hombres que utilizan apps de ligue tienen más problemas de auto-estima que aquellos que no las usan.
¿Y qué significa eso? Pues que lo que te deprime no es no encontrar citas en Grindr, es el simple hecho de usar Grindr.
Aunque lo cierto es que el estudio, realizado por la Universidad de North Texas a través de una encuesta anónima, no analizaba a los usuarios de Grindr sino a los de Tinder, tanto hombres como mujeres. En concreto a la encuesta respondieron 234 hombres (31 usuarios regulares de Tinder y 203 que no usan la app) y 913 mujeres (69 usuarias de la app y 844 que ni idea, no la conocíamos).
Según las respuestas a dicha encuesta, los investigadores han descubierto la típica cosa que no hacía falta que buscaran en una encuesta porque tú y yo ya lo sabíamos: que los hombres que usan Tinder suelen avergonzarse de sus cuerpos a niveles más altos que los que no usan la app. Esa vergüenza de tus hijos incluye no estar a gusto con su altura, su cantidad de vello corporal, el tamaño de los pies (¿¿??) y obviamente el tamaño del pene.
Algo que creo que podemos descartar entre los usuarios de Grindr, porque todos sois XL ¿verdad? ¿VERDAD?
Pero además (y esto tal vez sea más preocupante) los usuarios hombres de Tinder tenían una tendencia mucho más pronunciada que los que no la usan a ver sus cuerpos como simples objetos sexuales. La combinación de ambas cosas les lleva a vivir bajo una mayor presión para mantener un físico específico… Y también les lleva a ser más juiciosos con los físicos de los demás.
Lo curioso es que esos bajos niveles de autoestima eran más pronunciados en hombres que en mujeres, aunque ambos grupos sufrían más o menos el mismo nivel de estrés psicológico asociado a la app.
La conclusión a la que han llegado los investigadores es que «Tinder representa una forma contemporánea de presión sobre la apariencia y su uso está relacionado con una amplia variedad de percepciones negativas sobre el cuerpo y el propio yo, lo que incremente la facilidad con la que el individuo internaliza los ideales sobre apariencia y hace comparaciones con los demás.»
Por si no te ha quedado claro: Tinder es como salir por el ambiente.
¡Borra ahora mismo la app! ¡Sal a la calle! ¡Relaciónate con personas! Sufrirás la misma ansiedad pero al menos te habrá dado el aire.
(A quién quiero engañar: quédate en casa viendo Netflix, el aire fresco está sobrevalorado)
Fuente | Science Direct