En West Side Story cantaron aquello de Someday, somewhere esperando que llegara un día y un lugar en el que poder vivir en paz y dar rienda suelta al amor. Pues bien, algo así, pero sin tanto drama es La tierra de los abetos puntiagudos. Dunnet Landing es un pequeño pueblo en la costa del estado de Maine (no busques en Google, está en el noreste de EE.UU.) al que llega una escritora dispuesta a pasar el verano. Pero tranquilos, ella no es como la Jessica Fletcher de «Se ha escrito un crimen», que allí donde llegaba siempre era asesinado alguien.
Nuestra amiga rápidamente se integra en la vida del municipio, conversando con sus gentes y paseando por sus caminos, tomando buena nota de cómo es todo. Ella misma nos lo va contando de una manera sencilla y amable, señalando los motivos que más curiosidad le despiertan, las peculiaridades de las personas (la que recoge hierbas ¿fumará a escondidas?, la que vive en una isla apartada de la gente, el capitán de barco que recuerda lugares de lo más extraños,…), las historias de estos lugares a los que llegaron los colonos ingleses antes de que existieran siquiera la industria del porno y sus estrellas los Estados Unidos como país,…
Y es que estamos en el año 1896, una época en la que todo era como en las películas de época, donde las mujeres iban con faldas de varias capas y los hombres con sombrero o con gorra. Y como no había Grindr, pues la gente charlaba por la calle, se visitaban en casa, se encontraban haciendo cruising en el puerto, cogían el barco juntos,…. En definitiva, se hacían amigos no follamigos, paseaban,… disfrutaban de la vida juntos. Quien nos cuenta esta historia es Sarah Orne Jewett, un nombre que nos resulta desconocido, pero que en su momento se hizo su hueco entre los autores norteamericanos de la segunda mitad del s.XIX. Poco se sabe de ella a nivel personal, aunque sí algunos detalle como que durante más de veinte años vivió con una mujer, ¿estamos diciendo que Sarah era lesbiana? Pues no, porque no lo sabemos. Lo que sí hemos comprobado leyéndola es que es muy buena escritora.
Detrás de este título que acaba de llegar a las librerías están los chicos de Dos Bigotes que se vuelven a marcar un tanto de saber hacer y de gusto por la buena literatura. La tierra de los abetos puntiguados es una novela bonita y cuya lectura se disfruta mucho. En estoybailando.com estamos seguros de que si os ponéis a leerla en un bar, en un banco en la plaza o en el metro, seguro que vais a conseguir la atención de ese chico que está deseando enamorarse de alguien sensible como tú.
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